Por JANIE HAR
El juez federal de distrito William Alsup ordenó a la
Oficina de Administración de Personal que informara a ciertas agencias
federales que no tenía autoridad para ordenar el despido de empleados en
período de prueba, incluso en el Departamento de Defensa.
"La OPM no tiene autoridad alguna, bajo ningún
estatuto en la historia del universo" para contratar o despedir a ningún
empleado que no sea el suyo propio, dijo Alsup.
La denuncia presentada por cinco sindicatos y cinco
organizaciones sin fines de lucro es una de las múltiples demandas que rechazan
los esfuerzos del gobierno para reducir una fuerza laboral que Trump ha
calificado de inflada y descuidada. Miles de empleados en período de prueba ya
han sido despedidos, y su administración ahora apunta a funcionarios de carrera
con protección de la administración pública.
Los abogados del gobierno están de acuerdo en que la
oficina no tiene autoridad para contratar o despedir empleados en otras
agencias.
Pero dijeron que la Oficina de Administración de Personal
pidió a las agencias que revisaran y determinaran si los empleados en período
de prueba eran aptos para continuar con el empleo. También dijeron que los
empleados en período de prueba no tienen garantizado el empleo y que solo se
debe contratar a los empleados de mayor rendimiento y de misión crítica.
"Creo que los demandantes están confundiendo una
solicitud de la OPM con una orden de la OPM", dijo Kelsey Helland, fiscal
federal adjunta en la corte el jueves.
Los abogados de la coalición aplaudieron la orden, aunque
no significa que los empleados despedidos serán recontratados automáticamente o
que no se producirán despidos en el futuro.
"Lo que significa en efectos prácticos es que las
agencias del gobierno federal deberían escuchar la advertencia de la corte de
que esa orden fue ilegal", dijo Danielle Leonard, abogada de la coalición,
después de la audiencia.
"Este fallo del juez Alsup es una importante
victoria inicial para los estadounidenses patriotas de todo el país que fueron
despedidos ilegalmente de sus trabajos por una agencia que no tenía autoridad
para hacerlo", dijo Everett Kelley, presidente nacional de la Federación
Estadounidense de Empleados del Gobierno.
"Estos son trabajadores de base que se unieron al
gobierno federal para hacer una diferencia en sus comunidades, solo para ser
despedidos repentinamente debido al desdén de esta administración por los
empleados federales y el deseo de privatizar su trabajo".
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