RAFAEL PERALTA ROMERO
Raúl Bartolomé, publicista y
poeta, prepara el lanzamiento –o disparo- de su poema “El ojo izquierdo”. Es un
texto cargado de presente, motivado por la putrefacción que inunda a la
sociedad dominicana. Son versos que recuerdan la incisiva poesía política de Neruda. Como anticipo, les presento el
Preámbulo escrito por el autor:
Después de salir de una intervención quirúrgica en mi
ojo izquierdo y mientras convalecía, salió a la luz pública de nuevo el negocio
de los Tucanos y las propiedades de Don Félix. Ya antes hemos tenido la SunLand,
la Barry Gold, los contratos eléctricos, el muelle de Santo Domingo, los
parqueos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Palacio de Bellas
Artes, los centros penitenciarios, los vagones del Metro, la carretera de Samaná,
la torre Atiemar, el hospital Oncológico…
Tantas indelicadezas que el ojo izquierdo casi se me
sale, me sumí en un estado de decaimiento, porque no asimilo tantos escándalos
y perversión en un partido que surgió con tan nobles ideales, un partido que yo
ayudé a construir pues fui de sus primeros 23 fundadores.
Mis manos, junto a las de Juan Bosch y las de Kabito
le dieron vida al periódico Vanguardia del Pueblo y lo llevaron a la adultez.
Participé en los Esfuerzos Concentrados, en los
Círculos de Estudios. Escribí poemas laudatorios a mi partido y a mi
líder quien los iba leyendo de pueblo en
pueblo en los mítines y asambleas; el poeta del partido, me decían. El partido
de la ética, la moral, la honestidad y el decoro hoy se ha convertido en un mercado inmundo.
La corrupción
en el cuerpo del partido ha hecho metástasis y no se salva ni el sector público
ni el privado, ni la iglesia ni los sindicatos, ni la justicia ni los
militares, ni las escuelas ni los barrios, ni la familia ni siquiera el individuo que está ante la
disyuntiva de venderse o quedar sin empleo.
De venderse o no conseguir una contrata, de venderse o
quedarse sin bono-gas, sin los pesitos de Solidaridad. De venderse, callar, no
protestar o verse obligado a cerrar su
negocio por el acoso de los impuestos.
Claro que me siento abatido, apesadumbrado, pesimista
y con un sentimiento de total desamparo. Este polipoema, está dirigido a mis ex
compañeros del PLD a ver si los motivo para que salgan al rescate de lo que
queda de bueno en esa organización, o para que reflexionen o simplemente para
que recuerden aquellos tiempos en que era tan hermoso soñar, aquellos tiempos
en los que trabajábamos para hacer tangible la utopía: servir al partido para
servir al pueblo.
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