25 de noviembre de 2014

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer

Hipólito Mejía
Hoy, al conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, reitero mi admiración y respeto a las hermanas Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, cuyo sacrificio da origen a esta conmemoración.
El sacrificio de estas mujeres extraordinarias ha adquirido ribetes universales desde que las Naciones Unidas dispusieran en el 1999 que este día fuese dedicado a nivel mundial, a condenar la violencia contra la mujer.
Esta fecha es oportuna para reflexionar sobre las diferentes expresiones de la violencia contra la mujer dominicana.
La violencia contra la mujer tiene causas estructurales que, en el plano económico, se expresan en la falta de empleo, en la desigualdad en el pago por un trabajo similar al del hombre, en la falta de oportunidades para generar mejores ingresos, y en las dificultades para acceder a una educación técnico-vocacional que le permita aprovechar oportunidades en el mercado laboral.
 En el plano político, las mujeres tienen pocas oportunidades de participar en las instancias de poder, es decir el Congreso, el Gabinete Gubernamental y en la dirección de las organizaciones políticas a las cuales pertenecen.
Las dificultades que tienen las mujeres para el ejercicio pleno de sus derechos reproductivos constituyen un factor de exclusión social y son una mutilación a un aspecto importante de su condición de ciudadanas.
La mujer dominicana se ha ganado el reconocimiento de la sociedad por sus aportes en la cohesión de la familia, de manera especial, por su responsabilidad en el cuidado de los hijos e hijas.
El hecho de que más del 40% de los hogares dominicanos esté encabezado por una mujer, pone en evidencia el papel que desempeña la mujer dominicana en la cohesión de nuestro tejido social.
Un problema grave de la mujer dominicana es el alto número de madres adolescentes que ni trabajan ni estudian. Ese hecho contribuye a perpetuar el círculo vicioso de la pobreza en que están atrapadas numerosas familias de escasos recursos.
La violencia física es la expresión más dolorosa, visible e inaceptable de la violencia contra la mujer.
El femenicidio,  que en nuestro país alcanza cifras alarmantes, troncha la vida y los sueños de mujeres que tienen mucho que aportar a sus familias, a la sociedad y a su propio bienestar.
En este día, me comprometo a seguir trabajando en los siguientes aspectos para que la sociedad dominicana enfrente la violencia contra la mujer:
Formulación y ejecución de políticas públicas que promuevan la participación plena de la mujer en lo económico, lo político y lo social.
·         La creación de empleos dignos para las mujeres
·         Fomentar el espíritu empresarial mediante el financiamiento de la micro y pequeñas empresas para mujeres
·         Protección de los derechos laborales de la mujer.
·         Fortalecimiento de la familia como la célula fundamental de la sociedad
·         Impulsar la educación de la mujer desde el nivel básico hasta los niveles técnico-vocacional y universitario.
·         Fomentar al interior de la familia la educación doméstica y una cultura de paz.
·         Creación de redes de apoyo y asistencia a las mujeres en lo legal y en lo sicológico.
·         Establecimiento de Estancias Infantiles para los hijos e hijas de mujeres trabajadoras, a fin de que puedan estudiar y trabajar con mayor tranquilidad.


Con esas iniciativas estaríamos honrando la memoria de las hermanas Mirabal.

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