Por: Agencia EFE - SIN
Nueva York.- La ciudad de Nueva York inauguró este miércoles la época navideña con el tradicional encendido de luces del gigantesco árbol del Rockefeller Center, aunque este año, por el coronavirus, fue una ceremonia que solo pudieron ver en vivo un puñado de personas, mientras el resto de los fanáticos de este evento debió seguirlo por televisión.
El protagonista de la noche, un abeto
canadiense de casi 23 metros de alto y 11 toneladas de peso, que viajó hasta la
Gran Manzana hace poco más de dos semanas desde la localidad de Oneonta, a más
de 270 kilómetros de la ciudad de los rascacielos, se iluminó con más de 50.000
luces LED multicolor.
También salió a la palestra, en lo alto de la
copa del árbol, una enorme estrella que fue diseñada en 2018 por el arquitecto
Daniel Libeskind, y que está formada por unos tres millones de cristales
Swarovski, por lo que su peso asciende a unos 400 kilos.
Para celebrar la iluminación del árbol varias
estrellas de la música se unieron en un evento de cerca de dos horas, antes del
encendido de luces formal, que tuvo lugar a las 22.00 hora local (03.00 GMT).
Entre los participantes se destacan la
cantante Dolly Parton, que interpretó la canción «Mary Did You Know», la cual
forma parte de su nuevo álbum navideño; la banda The Goo Goo Dolls, que cantó
el villancico «Let it Snow»; Tory Kelly con «Slay Ride»; el grupo de canto a
capella Pentatonix, con «Amazing Grace»; Gwen Stefani, con «You Make it Feel
Like Christmas», y como colofón una actuación de las famosas Rockettes del
Radio City Music Hall.
Pese a la falta de público son varias las
particularidades que han llevado a este árbol del Rockefeller a copar las redes
sociales este año.
De hecho, hay una larga lista de comentarios
burlones por su follaje irregular en las últimas semanas, con bromas al estilo
de que se ha «cortado el pelo él mismo» y que representa perfectamente un
abrupto 2020 marcado por la pandemia y las elecciones.
Pero sobre todo, causó sensación por la
sorpresa que traía escondida entre sus ramas un pequeño búho que fue encontrado
con la llegada del abeto a Manhattan tras haber pasado dos días de viaje metido
en un camión.
«Rockefeller» o «Rocky», como fue bautizada
la diminuta ave de unos 12 centímetros (5 pulgadas), recorrió más de 270
kilómetros (170 millas), pese a lo cual estaba en buenas condiciones cuando fue
trasladada para su recuperación al Ravensbeard Wildlife Center, según informó
el lugar en su página web.
El ave, un espécimen adulto de la especie
Saw-whet, fue liberada pocos días después tras haber sido alimentada, y el
vídeo y las fotos de su llegada al centro en una caja de cartón y después
cómodamente abrigada con una manta, fueron compartidas por miles de personas y
han contribuido a recaudar más de 17.000 dólares para la organización.
El primer árbol de Navidad que quedó
instalado en el lugar fue colocado en 1931 por trabajadores de la construcción
en el sitio donde se estaba levantando el Centro Rockefeller.
La primera ceremonia formal del encendido de
las lunes se desarrolló en 1933 y la tradición se ha mantenido desde entonces
con algunas variaciones.
En ocasiones han sido dos los pinos
colocados, pero en 1942 fueron tres, adornados con bolas rojas, blancas y
azules, para dar apoyo a las tropas que combatían en la II Guerra Mundial.
Los árboles de ese año y los que se colocaron
en las Navidades sucesivas, hasta el final de la guerra, no fueron adornados
con luces a causa de las regulaciones que regían por el conflicto armado.
El árbol más alto que se haya colocado hasta
ahora fue el que quedó instalado en 1999, de 30,5 metros, originario de la
localidad de Killingworth, en el estado de Connecticut.
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