Vanity Fair
Empezó 2020 regia y lo acaba como exigen las circunstancias: sobria. Repasamos los 12 meses –y sus correspondientes 'looks'– de la reina y descubrimos su prenda favorita. Una pista: no es el pijama.
Cuando empezó el año creímos
que la mayor de nuestras preocupaciones –como seguidores de Su Majestad– sería
identificar al autor del look de la reina Letizia en su primer acto oficial, la
Pascua Militar. Un vestido-abrigo largo como manda el protocolo- con cuello de
esmoquin, botón joya lateral y en color azul pavo real que, al caminar, dejaba
entrever su pierna torneada. El conocido como Efecto Angelina en alusión a la
comentada aparición de la actriz estadounidense en la Gala de los Premios Oscar
de 2012 que dio lugar a todo tipo de bromas y memes. No hace falta decir que
nos equivocábamos.
En 2020 hemos visto cosas que
jamás creeríamos: a la reina con canas, con más blusas de manga larga de las
que habríamos podido soñar, en alpargatas, repitiendo vestuario una y otra vez
–de hecho, lo raro ha sido lo contrario: que estrenase alguna prenda, como
sucedió por ejemplo con el vestido estampado de Maje que lució en Arco, un par
de semanas antes de que el Gobierno decretase el Estado de Alarma– y,
naturalmente, con mascarilla. Por cierto, doña Letizia no ha seguido la
costumbre que las reinas Máxima de Holanda o Matilde de Bélgica y se resiste a
los modelos de fantasía. Prefiere las sanitarias.
Doña Letizia en un acto en
Valencia el pasado noviembre con la preceptiva mascarilla y uno de sus looks
favoritos de Carolina Herrera,GTRES ONLINE
Además, doña Letizia ha
teletrabajado. Nada más instaurarse el Estado de Alarma empezó su ronda virtual
de reuniones con diversos colectivos y organizaciones de la sociedad española.
En todas ofreció el aspecto sobrio que pedían las circunstancias, vestida con
las prendas más austeras de su fondo de armario: las mismas que en ocasiones se
le afea como más propias de una oficinista que de una reina: sastres de
Carolina Herrera y Hugo Boss, chaquetas de Boss o Uterqüe. La prenda que ha
lucido en más ocasiones durante los últimos meses: 16 en abril y 11 en mayo.
El –relativo– respiro
llegaría en verano, cuando los reyes emprendieron su gira por España que nos
dio la oportunidad de ver a doña Letizia con sus vestidos de verano favoritos y
el que se acabaría coinvirtiendo en su accesorio favorito para este 2020: las
alpargatas de cuña, todas de marcas nacionales como Macarena o Uterqüe. Cómodo
y made in Spain, resultaba sin duda el calzado más adecuado para un viaje con
el que Zarzuela buscaba transmitir cercanía. ¿Quién no se identifica con una
reina vestida así?
Por último, y a falta de
tiaras y viajes oficiales, doña Letizia ha recurrido a su color fetiche en
ocasiones señaladas como la Fiesta Nacional. Ha vuelto a llevar –y ya son cinco
las ocasiones– el sastre rojo de Roberto Torretta que estrenó en marzo de 2018.
Ha vestido de firmas internacionales como Carolina Herrera y recuperado el
Delpozo de la fiesta del 50º aniversario del diario As en diciembre de 2017 que
lució nuevamente –y con tanto éxito– en su viaje a Francia de octubre de 2018.
De forma premeditada o no, también ha rendido su particular homenaje a la
princesa Diana con este look de abrigo blanco, jersey rojo y falda tubo de pata
de Gallo de Hugo Boss –nuestro favorito, por cierto–.
Letizia se reúne con el
Patronato sobre Discapacidad.© CASA DE S.M. EL REY
Y ha cerrado el año con otro
Angelina en los Premios Francisco Cereceda de Periodismo, el acto al que suele
acudir con sus atuendos más rompedores –recuerden si no aquel vestido de
flapper de 2017 firmado por Teresa Helbig–. En esta ocasión escogió un modelo
de Emporio Armani que propició que luciese pierna como en aquella lejana y
gélida mañana de enero durante la Pascua Militar. Un acto que está a la vuelta
de la esquina
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