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El tribunal también le ha impuesto además una multa de 400.000 rublos
(más de 4.400 euros) y le ha prohibido ejercer el periodismo durante siete
años.
La UE ha tachado la condena de "escandalosamente severa"
mientras el comisariado de la ONU para los derechos humanos ha pedido la
liberación "sin demora" del periodista. Alemania, Francia y Estados
Unidos también han condenado la sentencia, mientras el gobierno del Reino Unido
ha expresado su queja al embajador ruso en Londres, porque Kara-Murzá tiene
también pasaporte británico.
Culpable de "alta traición"
Kará-Murzá, de 41 años, y en prisión desde hace un año, ha sido hallado
culpable de alta traición, delito que se castiga con hasta 20 años de cárcel,
difusión de información falsa sobre la actuación del Ejército ruso en Ucrania y
cooperación con una ONG declarada indeseable por la Justicia rusa.
El periodista estaba acusado de difundir "conscientemente
información falsa" por acusar al Ejército ruso de bombardear zonas
residenciales, hospitales y escuelas en Ucrania durante una intervención en
marzo de 2022 en la Cámara de Representantes del Estado de Arizona, en EE.UU.
El fallo judicial en el Tribunal Urbano de Moscú ha reunido a cerca de
un centenar de periodistas y diplomáticos, según informa el portal digital
Mediazona, e informa Efe.
Varias decenas de periodistas independientes han exigido en una carta la
libertad del detenido. "Kara-Murzá es un auténtico patriota que en los
primeros días de la guerra ya se pronunció contra la agresión rusa (...). Pero
hoy en día en Rusia abogar por la paz y el cese de la guerra es un
crimen", señalan en la misiva.
Además denuncian que el actual proceso es un "claro ejemplo"
del retorno de Rusia "a las prácticas estalinistas del terror
político" y llaman a las autoridades a juzgar a asesinos y criminales, y
no a ciudadanos honrados y responsables.
En su última intervención, la semana pasada, Kara-Murzá aseguró que
"no se arrepiente de nada" y que "ama a Rusia", según su
abogada María Eismont.
Considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional, Kara-Murzá
cooperó con el exiliado magnate Mijaíl Jodorkovski en Rusia Abierta, movimiento
dedicado a la defensa de los derechos civiles y la democracia.
El opositor ruso ha sobrevivido a dos intentos de envenenamiento, en
2015 y 2017. Según el colectivo de investigación Bellingcat, con anterioridad
había sido seguido por la misma unidad del Servicio Federal de Seguridad que
luego envenenó al líder opositor Alexéi Navalni, que cumple una condena de ocho
años de cárcel.
En octubre de 2022 fue distinguido con el Premio Václav Havel de
Derechos Humanos 2022 otorgado por el Consejo de Europa.
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