La jornada contó con la participación de
Rafael Morán, subdirector general de Accesibilidad del Ayuntamiento de Madrid;
Inmaculada Benito, directora del Departamento de Turismo, Cultura y deporte de
la CEOE, y Jesús Hernández, director de Accesibilidad Universal e Innovación de
Fundación ONCE.
En su intervención, Rafael Morán subrayó que
la accesibilidad debe formar parte de todas las políticas públicas como algo
transversal y debe servir para garantizar la autonomía, la vida independiente y
también el acceso al ocio, “y el turismo es una vertiente más de esa
accesibilidad”, insistió.
Morán repasó las distintas actuaciones
emprendidas por el ayuntamiento de Madrid en materia de accesibilidad y se
refirió al Plan Operativo que, según dijo, recoge “la transversalidad de la
accesibilidad con más de mil actuaciones en diferentes ámbitos”. “Queda camino
por recorrer”, reconoció. “Se trata de que todas las acciones municipales lo
sean con el horizonte de saber que deben tener esa accesibilidad para todos”.
“Desde la Oficina de Accesibilidad debemos
tener una visión global, sentido de compromiso y liderazgo para tratar que los
valores de la accesibilidad se conozcan y se tengan presentes. El triunfo de la
accesibilidad vendrá cuando no haya que diferenciar que algo se hace para un
colectivo específico”, concluyó.
Por su parte, Inmaculada Benito aseguró que
“es fundamental facilitar la accesibilidad de la experiencia turística para
mejorar la vida de ciudadanos y visitantes”. Además, puso en valor el
“compromiso tan importante” de las empresas del sector turístico con la
accesibilidad y la inclusión, como se evidencia con la intervención de AMETIC y
Hostelería de España en esta jornada.
Jesús Hernández recalcó, en primer lugar, el
liderazgo de España en accesibilidad turística. Según dijo, España ha
conseguido posicionarse como líder a nivel europeo y entre los cinco mejores
países a nivel mundial.
El responsable de Accesibilidad de Fundación
ONCE aprovechó su intervención para presentar la Norma UNE de Turismo
Accesible, la primera norma mundial sobre turismo accesible de la Organización
Internacional de Normalización (ISO), la ISO 21902 Turismo y servicios
relacionados -Turismo accesible para todos- Requisitos y recomendaciones. Se
trata de un estándar internacional con las mejores prácticas para que todas las
personas puedan disfrutar del turismo en igualdad de condiciones.
La Organización Mundial del Turismo (OMT),
Fundación ONCE y la Asociación Española de Normalización, UNE, han liderado la
elaboración de este estándar transversal pionero a nivel internacional,
enfocado al turismo accesible a lo largo de toda la cadena de valor de la
industria turística.
Según recalcó Hernández, el turismo de
personas con discapacidad es un negocio que en la Unión Europea supone un
mercado potencial de 80 millones de personas; cifra que se eleva a 130 millones
si se tiene en cuenta a los acompañantes. Más aún, se trata de un mercado en
crecimiento, dada la pirámide poblacional en muchos países de Europa, algo que
también sucede en otras regiones del mundo.
Por ello, reclamó la participación de todo el
sector para incorporar la accesibilidad. “Sin las empresas que hacen turismo es
imposible que logremos un turismo para todas las personas”.
NORMA TURISMO ACCESIBLE
La norma está dirigida tanto a los
proveedores de servicios y operadores turísticos, como a las administraciones
públicas y destinos turísticos y en ella se establecen los requisitos y
recomendaciones para un turismo accesible. Por ejemplo, para que una playa
pueda ser considerada accesible debe contar con duchas, aseos y rutas que
puedan ser usados por todas las personas.
Por su parte, las rutas peatonales accesibles
en el entorno natural deberían contar entre otros aspectos con un suelo estable
continuo y sólido, disponer de señalización y proporcionar detalles sobre el
itinerario antes del inicio de la ruta. Con carácter general en sus
comunicaciones escritas, los establecimientos turísticos deberían usar un
lenguaje sencillo y claro, siguiendo una secuencia lógica, con imágenes y
símbolos gráficos cuando proceda, usando el contraste de colores y tipos de
fuentes legibles.
Este estándar aspira a convertirse en una
herramienta clave que haga realidad el derecho de todas las personas a
disfrutar de turismo y ocio. A pesar de los avances en las últimas décadas, en
muchos países aún queda camino por recorrer para que el sector del turismo
tenga en cuenta las necesidades de más de 1.000 millones de personas con
discapacidad en todo el mundo.
Debido a cómo los entornos, las
infraestructuras y un amplio rango de servicios turísticos han sido concebidos,
con frecuencia los turistas con discapacidad se enfrentan a una serie de
desafíos que pueden dificultar desde la planificación de su viaje hasta la
experiencia en el destino. Esta norma pretende ser una palanca para promover
dicho cambio.
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