Rosmerys De León | El Caribe
Los imputados, dice el Ministerio Público, poseen bienes que les permitían tener un estilo de vida propio del crimen organizado.
El mayor general y la pastora Rossy Guzmán
supuestamente crearon una red militar, societaria y religiosa para el desfalco
A pesar del cambio del gobierno, el mayor
general del Ejército Adán Cáceres Silvestre y su socia la pastora Rossy Guzmán
seguían haciendo operaciones ilícitas para desviar fondos públicos de
instituciones castrenses, establecieron los fiscales anticorrupción durante su
investigación.
De acuerdo al Ministerio Público, estos
continuaban recibiendo dinero producto de las maniobras fraudulentas, debido a
que colocaron de forma estratégica personas que pertenecen a la red (militar,
societaria y religiosa) que le responden, además de las acciones de distracción
del dinero, a evitar que evidencias importantes para las investigaciones que
realiza el órgano acusador lleguen a sus manos.
Por ejemplo, detallan en la solicitud de
medida de coerción, en febrero de este año 2021, lograron obtener de forma
ilícita del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) RD$1,271,100.
Supuestamente este dinero fue distribuido entre Cáceres Silvestre, el mayor del
Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, programador de nóminas del Cestur e
imputado en este caso; y el ex subjefe de la Policía Nacional, Neybi Pérez
Feliz (que no fue apresado), a quien le entregaron RD$ 100,000.00
¿Cómo
funcionaba todo?
Las pesquisas arrojaron que cuando en el 2012,
el expresidente Danilo Medina llegó al poder, Cáceres Silvestre comenzó a crear
un entramado militar-policial, social y religioso para distraer fondos del
patrimonio público.
Para crear la red criminal, y desviar el
dinero público, Cáceres Silvestre supuestamente constituyó un entramado junto a
la pastora Rossy, quien era, además, asimilada de la Policía Nacional, el
coronel policial Rafael Núñez de Aza, exdirector financiero del Cusep y del
Cestur; el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, el cabo policial
Tanner Antonio Flete Guzmán (hijo de la religiosa) y otros investigados para
distraer el dinero y ocultarlo.
El desvío de los fondos, indican las
pesquisas, consistía en lo siguiente: distraían millonarios fondos de los
viáticos, la compra de combustibles, las raciones alimenticias e inteligencia.
Para esto, presuntamente, el mayor Girón
Jiménez dentro de la estructura criminal tenía la función de recolectar el
dinero de un personal que cobraba en nómina del Cestur, también de los viáticos
y supuestos gastos de inteligencia y raciones alimenticias, a los cuales les
descontaban un porciento que iba destinado a la red criminal.
Indican los fiscales que en promedio era
recaudado por concepto del personal pagado a través de nómina la suma RD$3,
000,000, por viáticos RD$2, 000,000 y por gastos de inteligencia RD$500,000,
todo este dinero era sustraído de las cuentas del Cestur.
Las indagatorias que realizó la Procuraduría
Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) sostienen
que además de esto, Cáceres Silvestre nombró a cientos de policías y militares
en el Cestur y el Cusep y les asignaba sueldos de entre los RD$20 mil y RD$70
mil mensuales, pero estos debían entregarle hasta el 80 % del monto. Estaban en
la nómina, pero no trabajaban.
“La diferencia entre lo pagado y la dádiva iba
a distintos miembros de la organización quienes debían entregarlos a los
miembros de la organización en las formas que se detallan en los depósitos y
transacciones de la presente solicitud de medida de coerción”, precisa el documento
depositado el pasado lunes ante la Oficina de Atención Permanente del Distrito
Nacional.
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