Marte Piantini
(El autor es dirigente político y comentarista)
Hablar
de trama contra el líder de un partido político, sobre todo si se trata de un
expresidente de la República, es risible, y quién en su sano juicio piensa que
puede hacer creer que desde su propio partido pudieran tenderle una conjura al
expresidente de la República Dominicana Hipólito Mejía, éste no es un líder
cualquiera, sino que es poseedor de un liderazgo sólido, probado, con un exceso
de carisma de gran valor, con estas características es imposible urdir una
trama.
En
este tenor, a los que sostienen que lo más recomendable para Hipólito era salir
a buscar firmas para construir un nuevo partido, lo plantean bajo una falsa
premisa, pues casi la totalidad de la dirigencia de los perredistas ahora
Moderno, descartaban esa posibilidad. Hablar entonces de salir a recoger firmas
es una insensatez, es creerse que se es dueño de la voluntad de la gente, por
tanto, lo más sensato era buscar un partido ya reconocido por la Junta Central
Electoral.
Es bueno recordar que tanto Hipólito Mejía y
Luis Abinader, entre otros importantes dirigentes, estuvieron de acuerdo que
así fuera, escogiendo a la Alianza Social Dominicana (ASD), siendo esta la
decisión más acertada y prudente. Luis Abinader cedía el partido donde posee un
liderazgo absoluto, por lo que pretender desmeritar este desprendimiento tanto
de Luis como de la dirigencia de la ASD es un acto de ingratitud. Tenemos que
salir de la concepción histórica de la política definida por Carl Schitt,
dentro del juego dialéctico amigo-enemigo, o Maurice Duverger, quien sostenía la
idea de una lucha de combate de individuos y grupos, “ni enemigos ni
grupos”, esta debe ser nuestra mística.
En
otro orden de ideas, en lo que respecta a Andrés Bautista y a Chú Vásquez, día
tras día estos hombres han trabajado con celo, en el más puro interés de
organizar un partido moderno con la actitud de árbitros imparciales. Cuando
Hipólito y Luis les asignaron la responsabilidad de organizar lo que es hoy el
PRM, lo hicieron pensando en sus cualidades de hombres inquebrantables,
honestos, probados e imparciales, cuyo único pecado ha sido lograr que se
cumpla lo pactado. Hombres con estas cualidades no hacen tramas ni conjura
contra nadie, mucho menos contra un hombre al que le profesan respeto, gratitud
y admiración. ¿Por qué ahora se quieren abalanzar contra ellos? No, bajo ningún
concepto se puede permitir manchar la honorabilidad y el esfuerzo de las
personas que deberíamos admirar y respetar, sobre todo agradecer sus
sacrificios. Por tanto, es un clamor sentido de los miembros del Partido Revolucionario
Moderno (PRM), que en este mismo año sea elegido el candidato presidencial sin
traumas ni frustraciones.
Para
cumplir esta meta se hace necesario que tanto Hipólito como Luis logren arribar
a un gran acuerdo, demostrando así que el liderazgo es la capacidad de la
realidad, ambos son una especie de bicefalia política. Una vez resuelta la
candidatura presidencial, dar paso a la escogencia de las cuatro mil
trescientas candidaturas para el 2016. Demostremos entonces, que nos merecemos
el voto del pueblo dominicano.
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