Salud Pública. Las autoridades informaron que en el empobrecido sector capitalino se han registrado, por lo menos, cuatro casos de la enfermedad.
Shaddai Eves
shaddai.eves@listindiario.com
Así lo dejó saber uno de ellos, Martín Guzmán de
los Santos, quien recientemente fue hospitalizado a causa el cólera, una
enfermedad diarreica aguda transmitida a través de alimentos y agua
contaminados con la bacteria Vibrio Cholerae.
Guzmán de los Santos dijo, en una conversación con
reporteros de este diario que las vías que conforman su entorno, igual que el
acceso a su espacio de residencia, están intransitables debido al cúmulo de
basura.
Aunque otra residente, Dayara Soriano, afirmó que
un camión recoge los desechos en un punto, esta medida no ha sido suficiente.
Guzmán de los Santos denunció, además, que la falta
de asfalto de las calles provoca que, cuando llueva, se generen grandes charcos
que se convierten luego en focos de contaminación.
“Cuando me puse malo llamé al Sistema Nacional de
Atención a Emergencias y Seguridad 911 y
cuando llegaron no me quisieron venir a buscar; no querían entrar porque la
calle está mala. Tuve que bajar en un motor, casi arrastrado, por mi familia,
muriéndome”, narró Guzmán de los Santos, quien fue dado de alta del hospital
Moscoso Puello el pasado 16 de este mes.
Una dolorosa realidad
Heces fecales de animales, mezcladas con basura
doméstica, tales como restos de comida, además de materiales de empaques,
botellas plásticas y madera, eran visibles en las cercanías del pozo de La
Zurza.
Con todos esos remanentes jugaba un rebaño de
chivos y perros callejeros, que posteriormente iban al pozo a tomar agua, en
presencia de ciudadanos que hacían uso de las aguas normalmente.
Pese a la contaminación y a los riesgos sanitarios,
niños, jóvenes y adultos usaban el manantial para bañarse, recrearse y como
fuente de abastecimiento de agua, junto a tres grandes tinacos de la Cruz Roja
Dominicana colocados a la entrada del barrio.
“Aquí hay mucha contaminación en ese río y el pozo;
aquí abajo quedaron de venir a hacer una limpieza y no la han hecho”, reclamó
Guzmán de los Santos, al tiempo de indicar que “potes de cloro, letreros y gel
antibacterial no son suficientes para paliar el problema de la contaminación en
el sector”.
De igual forma, Soriano, madre de dos menores de
cuatro y nueve años que estuvieron afectados por el cólera, aseguró que se
enfermaron luego de haberse bañado en el pozo, porque los síntomas afloraron
dos días después.
“Deben hacer operativos de limpieza, fumigación,
cortar las matas y ponerle atención a la calle”, comentó el hombre, de 50 años
de edad.
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