8 de mayo de 2022

Jaime de los Santos: “Cifuentes y Ayuso son indómitas y atraen al ciudadano. Un político podrá ser un gran gestor, pero tiene que enamorar al electorado”

 El historiador, escritor, y político –por ese orden– publica Si te digo lo que hice, una novela “femenina y muy feminista”. La excusa perfecta para hablar de intrigas, armarios, y, por supuesto, mujeres. Poderosas conoce unas cuantas.

POR PALOMA SIMÓN    -    Vanity Fair

Jaime de los Santos: Cuenta que, cuando recibió la propuesta “a través de un privado de Twitter”, creyó que se trataba de una broma. “Como soy un incauto, saldré en el típico recopilatorio de políticos chorras que caen en tonterías”, cuenta Jaime de los Santos (Madrid, 43 años). Pero su editora iba completamente en serio. Y, aunque el “historiador, escritor y político. Por ese orden”, puntualiza, quería escribir un ensayo “sobre belleza y poder”, Rosa Pérez logró disuadirlo —“Los ensayos los leen 17”, me dijo— para que probase otro género. El resultado es Si te digo que lo hice (Espasa), una novela ambientada en la posguerra en la que, además de los intereses del autor, que son muchos y variados, no faltan los tintes autobiográficos —un personaje, Valen, padece leucemia, una dolencia que acaba de superar felizmente su sobrino, Alejandro— y la capital tiene un papel principal. “El Madrid que olía a castaña asada, a musgo en Navidad, que se adhería a la Plaza Mayor y hoy está envuelto por una corona de espinas de modernidad, de edificios altos que le dan sombra, sigue vivo”.

LA MALA EDUCACIÓN

A través de los paseos de la protagonista, Elvira, con su padre por la calle Hortaleza, de sus paradas en la Iglesia de San Antón a rezarle al Goya —La última comunión de San José de Calasanz— o en el Picalagartos a tomar un vino, “un robo que le hago a Valle Inclán”, De los Santos describe una ciudad gris e inhóspita en la que, recuerda, la esperanza de vida no alcanzaba los 40 años. Y es que Si te digo que lo hice es una crítica al régimen de Franco y, en especial, “a lo peor de las dictaduras: la educación, que son los tentáculos que usan para perpetuarse”. La que le dan a Elvira en un colegio religioso donde “no le dan ni un golpe, pero recibe toda la frialdad imaginable”, cuenta. “Todo era pecado: montar en bicicleta podía acabar con tu honor, mantener relaciones sexuales satisfactorias —con tu marido, por supuesto—, con tu decencia... Ese era, en resumen, el ideario de la Sección Femenina”.

DEMASIADAS MUJERES

De los Santos insiste en que Si te digo que lo hice es una novela “femenina y feminista”, y cita de corrido sus referentes literarios: “De doña Rosita (la soltera) y Adela de La casa de Bernarda Alba), ambas del universo lorquiano, a la madame Bovary de Flaubert, la Ana Ozores de La Regenta, de Leopoldo Alas, Clarín; la Albertine de En busca del tiempo perdido, de Proust; la Andrea de Nada, de Carmen Laforet... Todas independientes, poderosas, libres, ajenas a las reglas establecidas, valientes...

“Además de poderosas, Cifuentes y Ayuso son indómitas y atraen al ciudadano. Un político podrá ser un gran gestor, pero tiene que enamorar al electorado”

Pero también la Menchu de Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes, víctima de un tiempo sin libertades y necesaria continuadora de algunas realidades que no rechaza hasta que no conozca que existen otras; Lilith, la antiheroína necesaria, presente en toda la tradición judaica, y la Winnie de Los días felices, de Samuel Beckett, maravillosa en su acatamiento surrealista. Y, por descontado, Elvira”, enumera el diputado del PP en la Asamblea de Madrid, cuya cercanía con el sexo opuesto no se limita a sus lecturas.

HABLEMOS DE POLÍTICA

“Yo he tenido dos jefas, Cristina Cifuentes e Isabel Díaz Ayuso, que, aparte de poderosas, son indómitas y han demostrado que, como poco, resultan atractivas para el ciudadano. Porque no nos engañemos: un político podrá ser un gran gestor, pero tiene que enamorar al electorado. Y ya es hora de que en España haya una candidata a lo que quiera, me da igual a la presidencia del Gobierno que a los máximos espacios de la empresa privada”, reflexiona De los Santos, que lamenta que el papel de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad se limite a “criticar y juzgar desde una absoluta falta de generosidad y empatía. La izquierda es machista con las mujeres de derechas, no tengo duda. Si el feminismo se convierte en un movimiento beligerante en 2022 no vamos a ninguna parte. La lucha del colectivo LGTBIQ+ tiene una cosa maravillosa: su carácter lúdico. De ahí, siempre salen victorias”.

FUERA DEL ARMARIO

En Si te digo que lo hice la temática LGTBIQ+ está presente a través de una pareja de hombres que viven su historia de amor en los años cuarenta, y “son víctimas absolutas”, lamenta el autor; y otra de mujeres que lo hace en la década de los ochenta, “de forma plena”. ¿Es ser gay y de derechas el último armario? “Yo no estoy en ninguno, pero todavía existen los armarios. Ese y muchos otros”, responde De los Santos. “¡Qué antiguo! Es como ser católico y de izquierdas”.

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