25 de mayo de 2022

Alicia Vikander: “Es un milagro poder hacer un largometraje"


 Tras una primera película en 1994, Olivier Assayas resucita a Irma Vep en una serie para HBO. Alicia Vikander interpreta el papel de una actriz extranjera que llega al rodaje de una película francesa dedicada a la heroína popularizada por Musidora. Hablamos con ella en la presentación de la serie en el Festival de Cannes.

POR NORINE RAJA

Surgió a raíz de unas cuantas conversaciones sobre nuestra pasión por Ingmar Bergman y el cine. Luego, durante un almuerzo en París, me habló de convertir Irma Vep en un largometraje. Me preguntó si estaba interesada en este proyecto. Me encanta como persona y soy fan de sus películas desde hace mucho tiempo. Estaba claro. Recibí los guiones durante el rodaje. Todos los meses me reunía con Mira, mi personaje. Me alucinaba su manera de escribir. Aporta un punto de vista loco y honesto de nuestra industria y, sobre todo, lo cuenta de una manera súper entretenida. Tenía ganas de hacer algo más ligero y divertido.

En la ficción, los actores suelen retratarse como seres caprichosos o egocéntricos. Mira, al contrario, es una mujer normal con algunas neurosis. ¿Es lo que le atrajo?

Sí, porque es la realidad. La gente tiene una visión fantasiosa de esta profesión. Somos simplemente seres humanos que evolucionamos en unas condiciones extraordinarias. La serie refleja bastante bien los entresijos del rodaje de una película independiente. Es un milagro poder hacer un largometraje.

¿Qué sintió cuando vio por primera vez la película Irma Vep, precuela de la serie?

La había visto de pequeña, pero volví a verla después de mi almuerzo con Olivier. Ya entonces era audaz y moderna. Rompía todas las normas. También reflejaba muy bien cómo era la industria del cine en esa época. Resulta interesante analizar las diferencias entre la serie y la película, y lo que ha cambiado en 26 años. Las nuevas tecnologías han modificado nuestros comportamientos. Hoy en día, Olivier puede conseguir financiación para este tipo de proyecto independiente a largo plazo.

¿Sintió la necesidad de romper con la interpretación de Maggie Cheung, que interpretó el papel principal en la película de 1994?

Maggie Cheung interpretó una versión de sí misma: una actriz asiática totalmente fuera de su elemento en el rodaje. En esa época, en Europa nadie la conocía. Era una página en blanco sobre la que Olivier podía escribir. Si hubiera basado el personaje de Mira en mí misma para esta nueva versión, teniendo en cuenta mis vivencias, la historia habría sido totalmente diferente. Nunca hubo dudas a ese respecto.

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En una de las escenas, se pone el traje de Irma Vep por primera vez y se atreve con una especie de coreografía. ¿Qué sintió al ponérselo?

Es un traje icónico y un elemento determinante de la historia, como en la serie original o en la película de 1992. Cada vez que me pongo la ropa de un personaje, siento como si estuviera habitado por él, al menos durante los primeros días. En esta ocasión todavía más, porque todo mi cuerpo, menos los ojos, estaba cubierto. En ese preciso instante, desaparecieron Alicia y Mira, y apareció el aspecto más físico del personaje.

Mira sufre los sinsabores de la fama. Usted es más bien discreta por naturaleza, ¿le asusta ser el centro de atención?

Admiro a los que se atreven a ocupar un espacio y lo asumen. Pero yo no soy ese tipo de persona. Decidí, por ejemplo, no tener redes sociales. Es uno de los aspectos que me alejan de Mira, pero me reconozco en otros, como en su amor por el cine. Siente una conexión inmediata con René (Vincent Macaigne), el director de su película. Ambos comparten esa creencia de que los personajes de ficción te pueden perseguir de generación en generación y reaparecer continuamente adoptando formas diferentes.

Supongo que se empaparía de la historia de Musidora, que interpretaba a Irma Vep. ¿Algún aspecto de su vida le ha sorprendido o fascinado especialmente?

Fue famosa sobre todo por su carrera como actriz, pero fue también una de las primeras directoras. Escribió ensayos y se casó con un torero (risas). Realmente tuvo una carrera profesional extraordinaria y es importante recalcarlo, porque a veces se borra la historia de las mujeres.

Hizo sus primeros pinitos en la televisión, ¿qué diferencias ha habido en el rodaje en comparación con sus experiencias anteriores?

Empecé trabajando en una telenovela. Fue muy intenso, una verdadera escuela de cine. Irma Vep se rodó más como un largometraje. Las escenas se filmaron en desorden, por ejemplo. Es maravilloso quedarse con un personaje durante mucho tiempo, aunque me gusta que las historias tengan un principio, un medio y un fin. Soy consciente de que hacer televisión se está convirtiendo en la norma, pero no es un parámetro que tenga especialmente en cuenta a la hora de elegir mis papeles. Lo que me interesaba sobre todo era trabajar con Olivier Assayas.

Hablando de finales, ¿está prevista una segunda temporada?

Volvería a condición de que Olivier siguiera al frente del proyecto, pero no creo que tenga previsto rodar una segunda temporada.

Artículo publicado en Vanity Fair Francia y traducido por Isabel Escribano Bourgoin. Acceda al original aquí.

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