Bethania Güílamo
En cualquier espejo que nos veamos, siempre vamos a ver nuestro
propio reflejo, con nuestras propias circunstancias. En este sentido, nuestro
sufrimiento, se produce porque no se han cumplido nuestras expectativas. Cuando
lo que esperamos, no coincide con la realidad, sufrimos desilusión, decepción.
Sin embargo, tenemos que entender que esa
desilusión que hoy nos causa sufrimiento, va a pasar porque no es objetiva,
solo es producto de que no se cumplieron nuestras expectativas, NO ES PRODUCTO
DE LA REALIDAD EN SU TOTALIDAD.
La realidad total -consciente e
inconsciente-, ante una situación, no solo es nuestra, es también la realidad
-consciente e inconsciente- de los demás, y frente a esto último no tenemos, ni
tendremos el control.
La vida pone a cada ser humano frente al
camino que tiene que transitar para aprender, con todas las posibilidades y con
todas sus consecuencias. La vida es como es y va a ir donde tiene que ir.
Por eso, frente a un sufrimiento producto de
una decepción, debemos mantener calma, la compasión, y el amor por nosotros
mismos, y dejar que la vida haga su parte. El reflejo de nuestro espejo irá
cambiando, iluminándose por nuestro propio crecimiento.
(Foto del internet)
No hay comentarios:
Publicar un comentario