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El pensamiento formal empieza en la
adolescencia y sigue durante toda nuestra etapa adulta. Nos permite resolver
problemas complejos, hipotetizar y proyectarnos en el futuro. Pero ¿qué más
caracteriza este tipo de pensamiento?
El pensamiento formal forma parte de la
teoría del desarrollo cognitivo, elaborada por el psicólogo, epistemólogo y
biólogo suizo Jean Piaget. Esta teoría es una teoría exhaustiva sobre la
naturaleza y el desarrollo de la inteligencia humana.
Piaget describe, a través de ella, hasta 4
etapas: la última es la etapa del pensamiento formal. Este tipo de pensamiento
aparece en el inicio de la adolescencia, hacia los 11 años.
El pensamiento formal permite al adolescente
empezar a elaborar hipótesis de la realidad cada vez más complejas que se basan
en el futuro. Además, el adolescente empieza a ser capaz de pensar más allá del
presente inmediato, lo que le permite proyectarse en una realidad futura.
El desarrollo del pensamiento formal
El pensamiento formal es una etapa del
desarrollo cognitivo que se inicia en los primeros años de la adolescencia.
Esta etapa se caracteriza por la capacidad para salir del presente concreto y
por la capacidad para empezar a elaborar representaciones abstractas de la
realidad.
Fue Jean Piaget el primero en hablar del
pensamiento formal. Según él, es un hito que alcanzamos la inmensa mayoría de
nosotros, con independencia del contexto social y educativo.
Por norma, entramos en la etapa del
pensamiento formal al comienzo de la adolescencia (según el autor, la
adolescencia va de los 11 a los 20 años). Se configura como el último estadio
cognitivo en el que nos desarrollamos los adultos (antes vinieron: el
desarrollo sensoriomotriz, el pensamiento preoperacional y el de las
operaciones concretas).
Infancia: el pensamiento basado en el “aquí y
ahora”
Cuando los niños son pequeños, viven en el
“aquí y ahora”. Su realidad y su pensamiento se funden en un único momento, que
es el presente. Así, cuando tienen que elaborar pensamientos o razonamientos,
se basan en este presente para hacerlo.
“No van más allá” y es normal, es la etapa
del desarrollo cognitivo en la que se encuentran. Sin embargo, a medida que
pasan los años y que crecen, van desarrollando la capacidad para establecer
operaciones mentales conjugando diferentes tiempos; ya pueden emplear la
imaginación con soltura para viajar al futuro y al pasado y conectar hechos en
apariencia muy distritos.
Pensamiento formal: ir más allá de la
realidad presente
De esta forma, entran en la etapa del
pensamiento formal. En ella, adquieren la capacidad para realizar hipótesis que
van más allá de lo que ven sus ojos. Empiezan a hacer análisis y a elaborar
pensamientos más allá de esa realidad actual. De esta forma, ya no utilizan
únicamente lo que ven (que también), sino también lo que no está frente a
ellos.
Además, utilizan también las leyes naturales
para entender y explicar determinados fenómenos.
Para entenderlo mejor, pongamos un ejemplo:
imagínate que llueve. Un niño pequeño puede dar la siguiente explicación: el
agua cae del cielo porque hay nubes, mientras que un adolescente (que ya tiene
un pensamiento formal) podría ir más allá de lo que ve, intentar encontrar un
origen en aquello que sus sentidos no han percibido.
Características del pensamiento formal
Jean Piaget y Bärbel Inhelder, psicóloga
suiza, fueron referentes en el estudio del pensamiento formal. Ellos hablaron
de algunas características importantes en esta etapa cognitiva, y son a las que
vamos a hacer referencia.
Según ellos, es en la adolescencia cuando
nuestra flexibilidad cerebral permite que se activen nuevos procesos
cerebrales. Estos nuevos procesos nos ayudan a generar nuevas teorías y
opiniones sobre temáticas diversas.
Es el momento en el que el adolescente es
capaz de empezar a elaborar hipótesis abstractas que podrá, en el futuro,
contrastar con la realidad.
La importancia del lenguaje
El pensamiento formal se va desarrollando y
el lenguaje adquiere un papel cada vez más relevante. Los adolescentes ya no
razonan solo sobre aspectos físicos de la realidad, sino también sobre aspectos
relacionados con el lenguaje.
Enunciados complejos
A través del pensamiento formal, los
adolescentes también son capaces de entender enunciados complejos (cosa que no
ocurría en la infancia). De la misma forma, son capaces de elaborar, ellos
mismos, enunciados también más complejos y abstractos.
Mediante ellos, pueden describir la realidad
de forma más detallada; por ejemplo, a través de oraciones subordinadas y
condicionales.
Resolución de problemas
El pensamiento formal, según Piaget e
Inhelder, también es útil para resolver problemas. Así, es un tipo de
pensamiento que permite acceder a la información que se necesita, organizarla y
descartar aquello que no es relevante para, por ejemplo, intentar predecir lo
que ocurrirá los próximos días.
“Las funciones esenciales de la mente
consisten en la comprensión y en la invención, es decir, en la construcción de
estructuras mediante la estructuración de la realidad”.
-Jean Piaget-