Historia de Daniel Kline msn.com
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Mi esposa y
yo hemos comprado un auto nuevo y uno usado en los últimos meses. Para el nuevo
automóvil, visitamos un concesionario para probar el vehículo que queríamos (un
Kia Soul) e hicimos un pedido por el color, el ajuste y el acabado.
El
concesionario no nos pidió un depósito, ni siquiera nos pidió que iniciáramos
el proceso de financiación. Lo hicimos de todos modos y en una semana teníamos
una solicitud completa.
Eso no ayudó:
incluso cuando recibimos una aprobación rápida del equipo de finanzas, comprar
el auto tomó más de tres horas. El traficante nos hizo esperar y nos exigió que
nos reuniéramos con una persona de finanzas, que estaba tratando de vendernos
todo tipo de productos dudosos y, en general, tratando de quebrarnos para
obtener más dinero.
Además, el
precio no coincidía con ninguna de las ofertas anunciadas, y todo el proceso se
sintió muy poco amigable para el cliente.
Comprar un
auto usado unas semanas después no fue mucho mejor. Estaba pagando en efectivo
y el proceso aún demoraba más de dos horas, y me fui sin el automóvil, que
necesitaba neumáticos nuevos, y no había trabajadores disponibles en un fin de
semana festivo para instalarlos.
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