Por: Carlos Mejía Blanco.
Bueno Ma, eso
es lo que tengo que decirte esta noche, así que cierro estas líneas con mi amor
para todos y espero tener noticias tuyas muy pronto. Cuídense. Uno de sus hijos
que la ama ". En la mañana del Desembarco de Normandía, murió tras recibir
los disparos de una ametralladora enemiga.
Cuando el
padre de Rafael Arias Liz “Pepelo” Ule Liz fue
secuestrado, no pudo decirle a nadie ¡para donde lo llevaban y tampoco
nadie se atrevía a preguntarlo ¿Qué fue de el?, como un soldado había tomado la
decisión de luchar con las manos, apretar el gatillo, lanzar la piedra, el
volante, hacer el letrero y ondear la bandera de la libertad. Tenía ya diez
largo años un revoltillo en su mente y eso no le dejaba dormir, ya no había
voces ni pensamientos que pudieran con eso, se habían gastado en el clamor y
las demandas. "En todos los tiempos y lugares el que expresaba sus
verdades en voz alta, como cría, lealmente, causa inquietud entre los que viven
a la sombra de intereses creados.
Era el tiempo
que jugaba pelota, cuando llego al lugar, donde ahí conoció a un ídolo del
beisbol Guayubín Olivo y la que sería su primera esposa Martina, se hicieron
amigos, ese día se enfrentaba a Juan Ramón Ramos (Bombo) como lanzadores, era
el resplandor producido por la grandeza de la acción y la palabra de un hombre.
Antes de eso, se desplazaba de “billar en billar” ganando una y perdiendo
otras, había gastado su vida en lo simpleza de los bares y la amargura de una
vida sin sentido, pero un soldado no tienes que ser un héroe, ni un genio, ¡ni
un santo...!
Fue después
del 11 de enero 1948 cuando conoció de la tragedia, la que desemboco en esa
decisión ¡Nadie ha logrado penetrar en el corazón de un soldado que sacrifica
la felicidad de su familia! por la lucha social, en beneficio de los demás
"Es un ser capaz de usar su imaginación para concebir ideales legitimadas,
en la experiencia y capaz de producir quimeras, ideales de perfección, en la
que pone su fe, para cambiar el pasado en favor del porvenir.
Ese es el
recuento del que ama.
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