Esther Santos El Caribe
A pesar de los esfuerzos por reconstruir después del
devastador terremoto, la realidad es que la pobreza, la deforestación y la
falta de infraestructura adecuada continúa teniendo problemas profundamente
arraigados.
El terremoto en Haití no fue solo un fue fenómeno
natural; fue el resultado de una serie de condiciones sociales, económicas y
ambientales que agravaron la situación. Haití es uno de los países más pobres
del mundo, con el 80% de su población viviendo por debajo del umbral de
pobreza.
La falta de acceso a servicios básicos, como agua
potable, atención médica y educación, ha dejado a muchos haitianos en una
situación de extrema vulnerabilidad.
A lo largo de los años, la deforestación masiva ha
agravado los riesgos de desastres naturales, ya que la falta de vegetación
contribuye a la erosión del suelo y a deslizamientos de tierra.
Además, la urbanización descontrolada en Puerto Príncipe,
la capital, ha provocado la construcción de viviendas en zonas de alto riesgo
sísmico, lo que aumenta la exposición de la población ante este tipo de
tragedias.
situación Haití 15 años después
A 15 años del terremoto de Haití, este atraviesa una
crisis política, humanitaria y de seguridad de proporciones devastadoras,
marcada por la creciente violencia de pandillas, la inestabilidad gubernamental
y la grave escasez de recursos.
La situación ha empeorado desde el magnicidio del
presidente Jovenel Moïse en 2021, lo que dejó al país sumido en un vacío de
poder y una falta de acceso a servicios básicos.
La creciente impunidad por violaciones de derechos
humanos y la falta de acción efectiva por parte de la comunidad internacional
continúan alimentando un ciclo de sufrimiento y desesperanza para millones de
haitianos.
Todavia en este 2025, las pandillas siguen teniendo un
control territorial cada vez mayor en Haití. Estas bandas criminales han
intensificado su lucha por el dominio de áreas estratégicas, lo que ha generado
un incremento en los homicidios, secuestros y masacres.
Según informaciones verificadas por la Oficina de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en 2024 al menos 5.601 personas
murieron en Haití como consecuencia de las acciones de bandas criminales, un
millar más que el año anterior, lo que demuestra que la violencia en Haití se
agudiza.
Además, 2.212 personas resultaron heridas y 1.494 las
secuestraron, según las cifras de la oficina, con sede en Ginebra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario