Víctor De Los Santos
A pesar de la aparente abundancia hídrica, la región se
encamina hacia una escasez crónica que amenaza la sostenibilidad y calidad de
vida de sus habitantes. La República Dominicana es el tercer país de América
Latina con menor disponibilidad de agua, superada solo por Puerto Rico y Haití.
Diversos estudios indican que durante este siglo aumentarán los eventos de
sequía en todo el país, acompañados de intensas olas de calor, producto del
cambio climático. La deforestación de cuencas hídricas, la contaminación de
fuentes de agua y la extracción masiva de materiales en los ríos sin
supervisión adecuada agravan la situación, reduciendo la capacidad de las
fuentes hídricas para abastecer a la población.
Regiones como Yaque del Norte, Yaque del Sur y Camú
presentan un panorama preocupante de escasez de agua, con una demanda que
supera la disponibilidad. En el año 2020, la disponibilidad de agua en la
región Yaque del Norte era de 3,122 millones de metros cúbicos al año, mientras
la demanda alcanzaba los 3,721 millones, un 119 % de la disponibilidad, lo cual
había sido proyectado por el INDRHI en 2006. Esta situación tiende a agudizarse
en los próximos años, afectando tanto al consumo humano como a la agricultura y
otros sectores productivos.
Desafíos en la gestión del agua
La mala gestión de los recursos hídricos, sumada a la
falta de inversión en infraestructura y tecnología, contribuye
significativamente a la escasez. Más del 50 % del agua potable que circula por
los sistemas de abastecimiento se pierde debido al mal estado de las
infraestructuras. Además, la contaminación de las fuentes de agua por desechos
industriales y agrícolas reduce su calidad, haciendo imposible su uso y
consumo.
Educación ambiental como herramienta de cambio
Ante este panorama, la educación ambiental se erige como
una herramienta fundamental para promover la conciencia y acción ciudadana en
favor de la conservación y uso sostenible del agua. El Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana desarrolla el Programa
de Restauración de suelos en Cuencas Hidrográficas como parte del proyecto
interinstitucional Plan Nacional de Manejo de Cuencas Prioritarias.
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