Hoy en la República Dominicana se celebra el Día de
Nuestra Señora de La Altagracia, la patrona del pueblo dominicano. Este
auténtico acontecimiento de fe, enraizado cada año, reúne a feligreses que
creen en los milagros y en la intercesión de la virgen, al clero que le rinde
culto, a políticos en funciones del Gobierno, visitantes extranjeros que se
unen al peregrinar, investigadores de esta festividad y a cientos de personas
movidas por otras intenciones.
El 21 de enero se celebra la festividad de Nuestra Señora
de la Altagracia, conocida como la Virgen de la Altagracia, la figura religiosa
que representa la protección y el amor hacia el pueblo dominicano.
Esta advocación mariana no solo es venerada en la
República Dominicana, sino también en diversas partes de Latinoamérica y en la
diáspora dominicana, como en la ciudad de Nueva York, donde su fiesta marca el
inicio del Mes de la Herencia Dominicana.
La devoción hacia la Virgen de la Altagracia tiene sus
raíces en el período colonial, y su festividad se remonta al 21 de enero de
1691, tras la victoria del ejército español sobre las fuerzas francesas en la
Batalla de Sabana Real.
La victoria se atribuye a la intervención divina de la
Virgen, un hecho que se confirmó por el arzobispo fray Isidoro Rodríguez
Lorenzo, quien aprobó la celebración en esta fecha.
Desde entonces, este día se considera un feriado no
laborable en la República Dominicana, lo que permite a los fieles peregrinar
hasta el Santuario de la Basílica Catedral de Nuestra Señora de
la Altagracia, en Higüey, provincia La Altagracia, para rendir
homenaje a la Madre del pueblo dominicano.
La imagen de la Virgen de la Altagracia, que destaca por
su profundo simbolismo, muestra a la Madre de Dios en el pesebre de Belén,
junto al Niño Jesús. Un detalle importante es la presencia de la Estrella de
Belén, con ocho puntas que representan el cielo, y doce estrellas sobre la
cabeza de la Virgen, simbolizando las tribus de Israel y los 12 Apóstoles.
Además, la Virgen está coronada como Reina del Cielo, con
un velo que refleja su matrimonio con San José, y vestida con los colores rojo,
blanco y azul, cada uno con un profundo significado espiritual.
La virgen Tatica, como se le denomina, centra su lugar
romería en la Basílica Catedral de Nuestra Señora de la Altagracia, ubicado en
el municipio de Salvaleón de Higüey, en la provincia de La Altagracia, al que
llegan miles de sus devotos desde la víspera de su celebración.
El presidente de la República, Luis Abinader, confirmó a
las autoridades de la Diócesis de la Altagracia que asistirá este martes a la
misa de la 10:00 de la mañana, en la que se realiza la proclama por la
festividad de símbolo nacional, en un día no laborable por la recordación de la
virgen a la que sus visitantes quisieran tocarle el vestido o el manto,
considerados de sentido protector y de misericordia.
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