Por Julia Horowitz
En la provincia china de Sichuan se ordenó el
cierre de todas las fábricas durante seis días para ahorrar energía. Los barcos
que transportan carbón y productos químicos luchan por realizar sus viajes
habituales a lo largo del río Rin de Alemania. Y a las personas que viven en la
costa oeste de Estados Unidos se les ha pedido que usen menos electricidad a
medida que aumentan las temperaturas.
Estos eventos "tienen la capacidad de ser
bastante significativos para las regiones particulares que se ven
afectadas", dijo Ben May, director de investigación macroeconómica global
de Oxford Economics.
La extensión de los daños podría depender de la
duración de las olas de calor y la falta de lluvia. Pero en países como
Alemania, los expertos advierten que hay poco alivio a la vista y las empresas
se están preparando para lo peor.
Ningún río de Europa está a salvo de la actual
sequía: el caso de los cruceros fluviales y el turismo
No es solo el río Rin. En todo el mundo, los ríos que sustentan el crecimiento global (el Yangtze, el Danubio y el Colorado) se están secando, lo que impide el movimiento de mercancías, interfiere con los sistemas de riego y dificulta que las centrales eléctricas y las fábricas se mantengan frescas.
Al mismo tiempo, el calor abrasador está
obstaculizando las redes de transporte, agotando el suministro de energía y
perjudicando la productividad de los trabajadores.
"No deberíamos sorprendernos por las olas de
calor", dijo Bob Ward, director de políticas y comunicaciones del
Instituto de Investigación Grantham sobre el Cambio Climático y el Medio
Ambiente de la London School of Economics. "Son exactamente lo que
predijimos y son parte de una tendencia: más frecuentes e intensas en todo el
mundo".
China enfrenta su ola de calor más feroz en seis
décadas, con temperaturas que superan los 40 grados Celsius en docenas de
ciudades. Partes de California podrían ver temperaturas de hasta 42,8 grados
Celsius esta semana. A principios de este verano, las temperaturas superaron
los 40° C en el Reino Unido por primera vez en la historia.
La economía global ya estaba bajo presión. Europa
corre un alto riesgo de recesión a medida que los precios de la energía se
disparan, avivados por la invasión rusa de Ucrania. La alta inflación y los
aumentos agresivos de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal
ponen en peligro el crecimiento en Estados Unidos. China está lidiando con las
consecuencias de los duros cierres por coronavirus y una crisis inmobiliaria.
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