Onelio Domínguez
La familia compuesta de seis miembros,
incluyendo una señora de 81 años, con problemas de salud, una pareja de esposos
y tres de sus hijos, conviven en medio de la miseria extrema, en un espacio
improvisado en esa comunidad perteneciente al distrito municipal Santiago
Oeste.
La señora Bernarda Marte, que no trabaja, se
dedica al cuidado de su madre, una adulta mayor de 81 años. Su esposo, Francisco Jiménez es el único que
trabaja en una zona franca y dijo que gana muy poco, solo para los gastos
básicos del “hogar”.
Luego de un breve recorrido por el interior
de lo que Bernarda Marte junta a su familia utilizan como su casa, periodistas
del LISTÍN DIARIO pudieron contactar el poco espacio con que cuenta, que debe
de ser distribuido de la siguiente manera: una cocina, con una estufa, una
pequeña mesa, dos camas, allí duermen todos.
Un pequeño ropero, todo lo ya mencionado en
un espacio que impide que el que esté dentro pueda moverse con facilidad.
Caparazón de autobús
Para poder ampliar la estructura del
caparazón del autobús y así poder tener más espacio, la familia colocó unos
palos parados en líneas de block, y retazos con viejas maderas, cartón y otros
utensilios, para poder adicionar otra habitación.
Bernarda Marte, aprovecho la visita del
equipo de prensa de este periódico, para hacer un llamado a las autoridades
locales, así como al presidente Luis Abinader, para que les ayuden a salir
hacia una casa más digna.
Marte también pidió trabajo para ella y sus
hijos, para así poder ayudar a su esposo Jiménez en la adquisición de
medicamentos para su madre enferma.
Solidaridad de vecinos
La señora Marte agradeció el buen gesto de
solidaridad de sus vecinos, en vista de que el espacio del autobús abandonado
que hoy sirve como su cobija, se lo prestó uno de sus vecinos.
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