27 de julio de 2022

¿Falta ficción en la narrativa actual?

 Categoría (El libro y la lectura, El mundo del libro, General) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz

Yo soy aquel que en la invención excede

a muchos; y al que falta en esta parte,

es fuerza que su fama falta quede.

(Viaje al Parnaso. Cap IV. Cervantes)

Gracias a Cercas hemos sido conscientes de nuestro punto ciego en lo que a lo literario se refiere. Esto que ahora nos resulta tan claro llevaba tiempo rondándonos la cabeza, pero no podíamos ponerle nombre; nos referimos a la falta de fabulación o de ficción en la narrativa. La confluencia de varias casualidades nos ha llevado a esa conclusión.

Todo comenzó a tener sentido con la lectura de Centroeuropa de Vicente Luis Mora. Esta novela nos abrió los ojos igual que lo hizo su protagonista, Redo, cuando después de llegar a la Prusia del XIX, tras un largo viaje, descubre bajo tierra a un Varón, prusiano, soldado húsar y congelado. Solo con este arranque de la novela ya nos sumergimos en una narración profundamente ficticia. Esta afirmación puede sonar redundante, pero es el asunto que nos trae aquí. Aunque por el título y ese inicio pueda parecer una novela histórica, en cuanto nos sumergimos en ella descubrimos que si utiliza ciertos elementos reales de un pasado histórico, es solo con la intención de crear un interesante marco que le posibilite fabular.

Posteriormente vinieron más lecturas y, después de muchas de ellas, siempre terminábamos con la sensación de que eran demasiado “reales” y no aportaban esa otra mirada que se espera de las obras literarias. Esto se unió a este par de anécdotas que vamos contar y que nos ayudaron a encajar todas las piezas.

La primera es una afirmación de una persona que asistió a una de nuestras tertulias literarias: “Yo solo leo este tipo de novelas, de ciencia ficción, porque las demás no me aportan nada nuevo”. Después de darle vueltas al asunto, entendimos que lo que en realidad estaba diciendo era que el resto de novelas no incluían un grado de ficción suficiente para tunear los temas mundanos, es decir reales —esta conversación ya tiene un tiempo y también la ciencia ficción ha cambiado mucho; ahí está, si no, Ted Chiang para demostrarlo—. Falta de novedad era lo que reclamaba esta lectora para las novelas.

Y la segunda es la defensa que una alumna de uno de nuestros talleres de escritura hizo cuando le afeamos la falta de verosimilitud en un texto suyo: “Pero… si ocurrió así”. Claro, sin embargo no se daba cuenta de que el formato en el que estaba intentando meter esa anécdota era un relato, por tanto tenía que regirse por sus normas, que son distintas de las de la realidad; es decir, debía procurar un tratamiento estilístico de lo real.

Con este tema en la cabeza, nos pusimos a indagar y descubrimos La huida de la imaginación. Un interesante y atrevido ensayo de Vicente Luis Mora que pone en el punto de mira a esa literatura que valora el hecho real por encima de la imaginación y que domina el actual panorama literario. La última vez que leímos algo tan directo y con tanta intención era del filólogo y profesor Víctor Moreno en su libro Preferiría no leer. Nos imaginamos a Mora como un Quijote luchando contra unos molinos que, en lugar de gigantes, son novelas que preconizan la autoexhibición. Ahora queda por ver si el ensayo es producto de un loco atrevido o de un cuerdo romántico, pero lo que está claro es que aporta mucha documentación, buenos argumentos y coherencia para mostrar su punto de vista de forma diáfana.

No hay comentarios: