Hablamos con José María Núñez, presidente de
la Fundación Triángulo, del día histórico en el que los reyes le recibieron en
el Palacio de El Pardo y de su percepción personal sobre la reina y su
“empatía” con el colectivo. También sobre qué podría hacer Leonor para apoyar
su causa.
POR PALOMA SIMÓN - VANITYFAIR
“Doña Letizia es progay” la implicación de la
reina con el
colectivo LGTBI
“Recuerdo entrar en el Palacio de El Pardo en
el coche de Boti (García, hoy directora general de Diversidad Sexual y Derechos
LGTBI), y cómo la Guardia Real se cuadró para darnos paso”, relata con un punto
de emoción José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo y uno de los
símbolos de esa ”monarquía para un tiempo nuevo" que anunció el Felipe VI
el día de su proclamación, hace ya ocho años. Efectivamente, pocos días después
de ese discurso Núñez y García, dos reconocidos activistas por los derechos
LGTBI, acudían a una recepción con los reyes. Era la primera vez que este
colectivo estaba representado en un acto de la Casa Real. Además, ese mismo
verano la Asociación Ben Amics de Baleares lo hacía al tradicional besamanos
estival en La Almudaina. Ya en 2018 el rey felicitó a la revista Shanghay,
medio de referencia entre la comunidad LGTBI, por su 25 aniversario. Felipe y
Letizia se sumaban –algo más tímidamente, eso sí– al resto de monarquías
europeas donde la defensa de los derechos de este colectivo figura de forma
natural en la agenda desde hace tiempo. Parece que, en la Zarzuela, la gran
abanderada de la causa es Letizia.
El
presidente de la Fundación Triángulo ha coincidido en otras ocasiones con la
reina, en concreto en actos relacionados con la Cooperación al Desarrollo –que
es uno de los ámbitos de actuación de su asociación–. Un aspecto en el que,
según Núñez, demuestra “un conocimiento más exhaustivo que algunos políticos.
Siempre la he visto como una persona bastante abierta, más que la institución”,
comenta el activista, que destaca “la empatía” de la reina. “Escucha, entiende,
en concreto en las cuestiones de cooperación”, subraya. Además, Núñez no tiene
dudas sobre la cómo debería abordar Zarzuela estos asuntos: “España tiene como
una de sus prioridades a nivel internacional la diversidad de sexual y de
género, y no estaría de más que hubiese un posicionamiento claro, por ejemplo,
en lo referente a Derechos Humanos. Que España, a través de la institución, se
alzase contra la pena de muerte por conductas homosexuales, que sigue estando
vigente en 11 países del mundo –entre ellos Mauritania, el último destino de
cooperación de doña Letizia–. No tengo ninguna duda de que ése podría ser uno
de los campos de actuación de la princesa Leonor. Sé que me criticarán por
ello. Puede parecer inocuo, pero no lo es. Este tipo de avances se consiguen a
través de determinadas presiones, por ejemplo diplomáticas”, arguye Núñez, que
coincide con casi todas las personas que han tenido oportunidad de departir con
los reyes en que los dos son “tremendamente profesionales”, pero es ella quien
lleva la voz cantante en la conversación, interactúa y no para de preguntar a
su interlocutor, a quien escucha “con muchísima atención. Supongo que su
formación como periodista tendrá bastante que ver”.
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