Por Miguel Rone
La salud en la República Dominicana está en manos de pocos médicos competentes, ya que por su comportamiento en los servicios públicos dejan mucho que desear. La percepción que el pueblo tiene de los galenos es que son personas comunes sedientos de riquezas. Ya que no muestran la calidad humana necesaria para que los pacientes vean en ellos una mano amiga con calidad humana y capacidad en los servicios.
Es una realidad que con el nuevo plan de seguridad social, en donde sus servicios son fiscalizados y pagados, aunque se sigan cobrando las diferencias en algunos de estos, es una realidad que son más eficientes. No se debe mostrar ciertas apetencias personales ya que son un ente social agrupados por un Colegio y lo que se percibe en uno de ellos, gran parte de la sociedad lo generaliza como que son todos, que son personas que solo persiguen el lujo y la buena vida.
Deben cuidarse, porque su misión no es esa, el salvar vidas es su norte, en su mente debe estar primero “El Juramento Hipocrático”, pero contrario a eso vemos como ciertas clínicas llevan la idea de hacer fortuna tomando la medicina como vía de negocio y no como el deber de curar ó servir. La gente se muere en manos de médicos inescrupulosos, manos en las cuales, Hipócrates también hace tiempo que murió.
Para estos ¿Dónde estás la ética profesional? Te inventan enfermedades que no tienes, y operaciones innecesarias para poder cobrar jugosos honorarios, diagnosticar enfermedades que en la mayoría de los casos el aquejado no posee y solo el ciudadano más hábil busca la opinión de más de dos galenos antes de tomar una decisión quirúrgica.
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