Se trata de la historia novelada, de un hacendado que durante el alzamiento de los guerrilleros hacia el monte, huyéndoles a los soldados de la intervención americana, se queda valientemente en su finca La Piedad, con su familia.
Justiniano Estévez Aristy, prestigioso abogado en pleno ejercicio, escritor. ensayista, poeta laureado,, narrador, ganador de mas de veintiséis premios literarios entre se les incluyen cuatro primeros lugares en poesía, un primer lugar en cuento , dos primeros lugares en ensayo histórico, Este pueblo arderá a la seis, cuentos 1995, Cien veces Justicia 1999, Historia y desarrollo de la Provincia Salcedo, 20Luces y sombras en la cuentística, de Juan Bosch, ensayo, Origen del desarrollo del carnaval dominicano 2005, Huellas aborígenes en el nombre de la Romana,2007 Cuando los perros se amarraban con longaniza , 2007; es un lucido esteta sensible, coloso trabajador de las silabas castellanas, que esculpe con la sonoridad sinfónica de su poesía, desplazándose como miel adherida a las neuronas; impregnándola con su dulzor característico como si estuvieran escritas con las patas de las abejas.
Oliva Cruz, era una niña despreciada por su padre, por el hecho de ser mujer; “es una hermosa hembrita” declaro la comadrona. Pinto, que pensaba convertir en general del Ejercito dominicano, y armar su familia con la hija de un hacendado. “Su cara corrugo los tachones de la inconformidad y musito algo muy bajito”.
Inexplicablemente se fue a parrandear hasta la media noche hacia la enramada del Jaleo, bebiendo sorbo a sorbo, toda su decepción fermentada por el solitario desconsuelo.
La niña en un soliloquio infantil – sigue narrando- las vicisitudes de su infancia hasta que cumplió los cinco años cuando el padre llega a aceptarla por su temperamento parecido a el, colmándola de halagos, que rayan en el desbordamiento de un padre frente a sus otros hijos, llegando a fomentar el pecado de la envidia entre ellos; y hasta hacerla participe del secreto de la comunidad cuando le dijo “ el Zorongo del monte de las bayahondas nunca ha existido de verdad , que todo había sido un invento de los mayores para poner a rayas la obediencia de los chiquitos.
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