Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 19 de enero de 1960, se
produjo la desaparición física de Manuel Antonio Tejada Florentino en Santo
Domingo, República Dominicana. Fue un médico, filántropo y luchador
antitrujillista, que pasó a la inmortalidad como mártir de la libertad y un
hombre de bien. Ejerció la medicina con un alto espíritu social. Además,
construyó escuelas, fundó clubes culturales y deportivos, etc.
Tejada Florentino, conforme a las versiones
más creíbles, fue apresado en el hospital donde laboraba por esbirros al
servicio del dictador Rafael Leónidas Trujillo, y conducido a la Cárcel de la
40 donde murió en la silla eléctrica.
Termino esta nota con un pensamiento de Juan
Bosch: “Nadie se muere de verdad si queda en el mundo quien respete su
memoria”.
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