Por
Félix Paula
Desde hace mucho
tiempo, en el país se viene desarrollando una campaña que ciertamente podríamos llamar de contrainsurgencia
dirigida a evitar que la gente entienda que la Educación es la base del
progreso de toda sociedad, aunque hay
en proceso la lucha por el 4% para la Educación.
En ese
sentido, observamos cómo, pasmosamente, se vienen deteriorando los valores
fundamentales que podrían contribuir a la formación de los hombres y
mujeres actos para una sociedad más justa, educada, con calidad de vida
y una visión crítica de lo que sucede a
su alrededor.
La realidad es tal,
que tenemos que aceptar lo que podría ya ser una máxima: vivir con los
brazos cruzados es lo mismo que vivir sin honor,
como lo establecen las normas del buen vivir, pues todo aquel que no practiqué
la necesidad de cuestionar lo que sucede a su alrededor
es porque no les importa, para nada, el progreso de su nación.
A esa obligada
conclusión tenemos que llegar en la República Dominicana de hoy, sobre la cual
vemos en el accionar de la gente de hoy un actuar comportamiento absolutamente disociador en
casi todos los sectores de su espectro social. Claro esto es parte de un
trabajo sofisticadamente elaborado y aplicado por la rancia oligarquía en el
alma de este pueblo. En ese río revuelto, evidentemente, la oligarquía y la
cúpula de los partidos tradicionales salen beneficiados, sin importarles lo que
le pueda pasar a la nación.
Pero, el caso es que
hagamos conciencia en la sociedad de que esa situación deba revertirse, ¡y
puede revertirse! entendiendo que nada es para siempre, y los pueblos,
indefectiblemente, se rebelan contra toda injusticia.
Así, la lucha por el
cambio de rumbo no es una ilusión, es una demanda de este pueblo que ya está
cansado del desorden administrativo, y falta de institucionalidad
de gobiernos corruptos que en más de 48 años de desgobierno no han resuelto un
sólo problema de los que afectan a
la Nación, a lo largo y ancho del territorio.
Vista esta
realidad, tendríamos que esclarecer el porqué cada día, y frente a la
situación calamitosa de este pueblo, la indiferencia individualista y
vanguardista mostrada por supuestas organizaciones sin base social orgánica,
laboriosamente, bloquean el camino hacia un trabajo de unidad verdadera,
y a la vez, sabotean la construcción de una estructura que plantee una
visión nueva y programática de poder que sirva para darle un nuevo rumbo al
país.
Esta situación ha
puesto a muchas siglas, " porque no son más que eso", a
vivir vegetando por ahí, y a no trabajar
en aras de la unidad con mira a desarrollar y unificar un movimiento en torno a romper el maleficio que
impide que nuestro pueblo no siga apoyando a los partidos tradicionales.
La indiferencia, y
vivir con los brazos cruzados, son manifestaciones de actitudes que obedecen a
una visión arribista y oportunistas e irracional enraizadas desde hace tiempo en
casi todas las organizaciones políticas
tradicionales, y nosotros los ALIANCISTAS, tenemos que lidiar con esta situación
del pasado, si es que queremos producir un cambio de rumbo que
incorpores a todo los sectores de la sociedad por un GOBIERNO HONESTO, como
dice nuestro lema y nuestro líder el Dr.
Guillermo Moreno candidato a la presidencia por Alianza País a las
elecciones del próximo año 2016.
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