Mercedes
Castillo - hoy.com.do
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Mercedes Castillo |
El 22 de enero del presente año el movimiento
cívico Marcha Verde cumplió su primer año de existencia, y quiso celebrarlo con
una ¡Gran Concentración Nacional!, frente al Palacio Nacional; pero no lograron
el éxito deseado. No asistió la cantidad de gente esperada. Realmente, fue
menos gente que en convocatorias anteriores.
Es de gran importancia que el liderazgo
colectivo de Marcha Verde se siente y analice crítica y autocríticamente, ¿En
que se falló o en qué están fallando? Justamente, para corregir y continuar la
lucha por una justicia independiente y el fin de la impunidad. Algo
imprescindible, para enderezar el rumbo al país.
Las posiciones extremas no conducen a nada
bueno. Y ahí hay gente con mucha experiencia. El sentido común, la lógica y el
conocimiento de la realidad concreta indican el camino a seguir. De lo
contrario, acabarán sepultando esa gran posibilidad cívica, tan necesaria en
estos momentos.
La más recién experiencia cívica la tuvo
República Dominicana por el 4% para la educación, guardando la diferencia con
el tema actual, fue bien concreta y específica en su demanda. Lograron
sensibilizar y movilizar a la población, hasta el punto de comprometer a los
candidatos presidenciales de entonces a firmar un acuerdo para asignar e
implementar el 4% reclamado para la educación. Sin dudas, el éxito
cívico-social más importante de los últimos tiempos.
Es de salud no olvidar que Marcha Verde es un
movimiento cívico que nació para algo específico, en la que pueden participar
todo el que desee una justicia independiente y contra la impunidad. Gente sin
partido y perteneciente a partidos políticos de oposición y del gobierno pueden
participar, basta con estar de acuerdo con el reclamo.
Marcha Verde debe trabajar 24/7 y los 365
días del año, (sin desviarse y desesperarse), para obligar al gobierno, al
partido oficial y a la justicia conocer y sancionar los casos de corrupción que
la sociedad reclama como lo estipula la ley, y como se llevan a cabo en otros
países de Latinoamérica. Eso es lo fundamental y razón de ser de Marcha Verde.
El no entenderlo es un tremendo error.
Los cabezas calientes no se dieron cuenta que
exponer a la gente frente al Palacio, era una insensatez. Algo muy complicado
para simpatizantes de ese trascendente reclamo.
El gobierno se desgasta, pero aún conserva
poder e influencia en la sociedad. Y nadie se juega así. La convocatoria en ese
lugar fue temeraria e insensata, al igual que algunas de las consignas.
Por otro lado, quienes se han alegrado del
resultado señalado, podrán tener razón partiendo de sus intereses, pero no, de
los intereses del pueblo, pues un fracaso o descalabro de Marcha Verde es un
revés para el SOBERANO DOMINICANO. Es decir, para el pueblo y la democracia.
Contrario a eso, todo el dominicano que
quiera contribuir a enderezar el rumbo a la sociedad debe abogar por el
fortalecimiento del referido movimiento cívico-ciudadano. Es un asunto de
conciencia y de compromisos con los mejores intereses del país.
Corregir los errores para continuar la lucha
por el camino correcto es el imperativo del momento. Los cabezas calientes que
se pongan un block de hielo y revisen sus estrategias. Enhorabuena.