Por Germán Padinger, CNN
Esa guerra civil de alcance regional aún continúa,
casi ocho años después, en la sombra de estos otros conflictos y casi en
segundo plano, ya habiendo desatado una crisis humanitaria en el país que no
parece estar cerca de acabar.
Al menos 67 muertos y 108 heridos tras el ataque
aéreo contra el centro de detención en la localidad yemení de Saada, según Save
The Children
¿Pero cómo comenzó, quiénes se enfrentan y por qué
es importante?
Combatientes hutíes supervisan la reapertura de una
carretera en Saada, al norte de Saná, el 16 de febrero de 2010, tras una tregua
entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales. (Crédito: AFP vía Getty
Images)
Yemen se encuentra en la punta sur de la península
arábiga, con costas en el mar Rojo y el Golfo de Adén, y tiene fronteras con
Arabia Saudita y Omán.
Con una población de unos 30 millones —donde
predomina el islam sunita—, Yemen es el país más pobre del Medio Oriente, de
acuerdo con el Banco Mundial.
El inicio de la guerra civil en Yemen
Durante gran parte de los siglos XX y XXI el país estuvo afectado por inestabilidad política y la violencia, y a partir de los 2000 la situación empeoró primero con la presencia de células de al Qaeda —la llamada al Qaeda en la Península Arábiga, que motivó una operación militar con drones de Estados Unidos— y luego con el levantamiento de los hutíes, una minoría chiita que proviene del norte del país y reclamaba más representación en el gobierno liderado por sunitas en 2014.
Los hutíes protagonizaron una serie de protestas contra el presidente de Yemen, Abdurabu Hadi, a mediados de 2014, que derivaron en violencia. Y en enero de 2015 los rebeldes tomaron el palacio presidencial en la capital, Saná, forzando al gobierno de Yemen, reconocido por la comunidad internacional y con apoyo de EE.UU., a trasladarse a Adén.
A continuación, una coalición de países árabes
liderada por Arabia Saudita intervino militarmente en favor del Gobierno de
Yemen y contra los hutíes, que reciben apoyo de Irán. Además, al Qaeda en la
Península Arábiga continúa con sus operaciones, constituyendo una tercera
facción.
La guerra de Yemen ha sido descrita como la peor
crisis humanitaria del mundo, y es considerada tanto como un conflicto civil,
que ha casi desintegrado al país, como un enfrentamiento mayor entre Arabia
Saudita e Irán.
Trascendió ciertamente las fronteras y se convirtió
en un conflicto regional, con ataques lanzados por los hutíes contra blancos en
Arabia Saudita, y bombardeos constantes del territorio controlado por hutíes
por parte de la coalición árabe, de la que forma parte también Emiratos Árabes
Unidos, que han causado un enorme sufrimiento a la población civil.
El humo se eleva tras un ataque aéreo de la
coalición liderada por Arabia Saudita el 11 de mayo de 2015, en la capital,
Saná. (Crédito: MOHAMMED HUWAIS/AFP vía Getty Images)
El conflicto en Yemen, hoy
La guerra, estancada, continúa actualmente y en
enero al menos 67 personas murieron en un bombardeo de la coalición liderada de
Arabia Saudita contra un centro de detención en la localidad de Saada, según
declaró a CNN el portavoz de Save the Children, Amujad Yamin.
El bombardeo tuvo lugar luego de que los hutíes
reivindicaran oficialmente la responsabilidad de un ataque en Abu Dhabi,
capital de los Emiratos Árabes Unidos, que dejó tres muertos una semana antes,
según dijo la agencia estatal saudí Al-Ekhbariya.
Pero aunque el año comenzó con violencia, en abril
las partes acordaron un alto al fuego a nivel nacional —el primero desde 2016—,
con mediación de las Naciones Unidas y Estados Unidos que permitirá abastecer
con combustible y ayuda humanitaria a las regiones controladas por hutíes.
La tregua durará dos meses, con posibilidad de ser
extendida, y ha sido bienvenida por Arabia Saudita e Irán. Se trata de la
iniciativa de paz más importante desde el inicio de la guerra en 2014.
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