Para reflexionar en esta cuarentena
El 24 de abril de
1965 se produjo una revuelta cívico-militar que derrocó al Gobierno de facto,
un Triunvirato que dirigía Donald Read Cabral, que había sido instalado después
del Golpe de Estado contra el Profesor Juan Bosch, en 1963. La consigna era el
retorno a la constitucionalidad.
Militares jóvenes
se rebelaron contra el gobierno, entregaron armas al pueblo y combatieron a
otros militares que defendían el llamado Triunvirato.
Henry Molina,
Secretario General de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos
(CASC), por mandato del Comité Ejecutivo, había estado días antes en Puerto
Rico, se había entrevistado con el Profesor Juan Bosch, que era el ” cerebro”
del movimiento constitucionalista, que pretendía regresar el orden de derecho.
La CASC se opuso a
la intervención norteamericana, apoyó el Movimiento Constitucionalista, y
constituyó el Comando Armado Sindical Cristiano (CASC); el Secretario General
Henry Molina, pasó a ser Comandante.
El 25 de abril de
1965, los miembros del Comité Ejecutivo de la CASC se presentaron en la
Televisión oficial, “La Voz Dominicana, Canal 4”, y por medio del vocero
oficial, que era Henry Molina, respaldaron públicamente el Movimiento
Constitucionalista.
Militares
dominicanos dirigidos por el General Elías Wessin y Wessin, en apoyo al
gobierno, bombardearon parte de la Capital, y en el puente Duarte se libró una
gran batalla.
Henry Molina y José
Gómez Cerda, principales dirigentes de la CASC, fueron al Palacio Nacional,
cuando era Presidente Provisional el Dr. Rafael Molina Ureña. Ahí solo
encontraron un pelotón militar dirigido por el Contralmirante Lajara Burgos. En
las oficinas estaban Brinio Rafael Díaz, un publicista, y el actor Franklin
Domínguez.
Cuando el
Movimiento Constitucionalista tomó fuerzas, los Estados Unidos, en forma
unilateral, invadieron el país. 42.000 marines norteamericanos ocuparon una
parte importante de la capital, y cercaron frente al mar a los “constitucionalistas”.
La CASC planeó
convocar una huelga general, para eso envió a José Gómez Cerda a Santiago,
junto a Francisco José Bidó Y Francisco Antonio Santos, el 1ro. de mayo, pero
las condiciones objetivas no estaban dadas para una huelga de ese tipo.
Días después
Francisco Antonio Santos y Francisco José Bidó fueron hechos prisioneros en
Santiago.
La primera
delegación internacional de la Organización de Estados Americanos (O.E.A.) que
llegó al país estaba encabezada por el Embajador de Chile ante las Naciones
Unidas, Alejandro Magnet, quién se reunió con los dirigentes de la CASC y con
el Coronel Francisco A. Caamaño, Presidente del sector Constitucionalista.
Alejandro Magnet se
quedó sorprendido al comprobar que los sindicatos cristianos estuvieran en
apoyo al movimiento Constitucional, pues en los Estados Unidos se decía que ese
era un movimiento comunista. De ahí surgió la idea de que un dirigente de la
CASC fuera al exterior para expresar el apoyo de los sindicatos cristianos al
movimiento constitucionalista.
José Gómez Cerda fue designado representante del Gobierno Constitucional
ante los gobiernos y trabajadores de Venezuela, Chile y México, que habían sido
los gobiernos de mejor comportamiento en la situación; en esos momentos la
mayoría de los países latinoamericanos eran dictaduras y gobiernos militares.
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