Barack Obama jurará ante la Corte Suprema de Justicia de EEUU
su segundo mandato como presidente del país, en un acto que servirá como previa
a la ceremonia de investidura que se celebrará el lunes.
El líder demócrata repetirá en la Casa Blanca tras hacer historia en 2008,
cuando se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos tras una
campaña electoral en la que cautivó no solo a los votantes estadounidenses, sino
también al resto del planeta con su carisma y un discurso cargado de esperanza
que prometía “cambiar EEUU y el mundo”.
Debate
Las relaciones de Washington con América Latina a debate con Gabriel Infante,
corresponsal en México; Ailyn Martín Pastrana, periodista cubana; y Pablo
Hernández, corresponsal en Venezuela. Conductor del debate: Pablo
Gámez.
Su brillante retórica rescató del pesimismo
a una sociedad azotada por la crisis económica y ávida de ilusiones renovadas,
despertando una ola entusiasmo como ningún otro dirigente político ha sido capaz
de generar en las últimas décadas.
Pero en sus primeros cuatro años en Washington las enormes expectativas
suscitadas en torno a su figura se toparon con una galopante crisis económica y
la polarización política del país, reflejada en la mayoría republicana en el
Congreso, que bloqueó o cercenó algunas de sus principales promesas
electorales.
Pero pese al desgaste sufrido y al desencanto que esta realidad despertó en
algunos sectores de la sociedad estadounidense, los ciudadanos le han vuelto a
otorgar su confianza para un segundo mandato, en unos comicios en los que el
voto hispano resultó decisivo para su reelección. Por ello, la promesa
incumplida durante su primera legislatura de abordar la reforma migratoria que
podría normalizar la situación de cerca de 12 millones de indocumentados, se
convierte ahora en un asunto ineludible para Obama y su partido.
Ese sentimiento de decepción respecto a las expectativas iniciales se ha
hecho patente también en los países latinoamericanos, cuya relación con los EEUU
no pasó de un discreto segundo (o tercer) plano en las prioridades de Obama
durante su primer mandato.
Para este segundo, el presidente norteamericano ya ha anunciado su intención
de intensificar las relaciones políticas y comerciales con la región (atraído
por las posibilidades económicas que ofrece), además de concretar la reforma
migratoria y reforzar la lucha contra el narcotráfico.
Nuestros colaboradores Gabriel Infante (México), Pablo Hernández (Venezuela)
y Ailyn Martín Pastrana (Cuba) analizan las expectativas que se tiene desde sus
respectivos países de cara a las relaciones con EEUU durante los próximos cuatro
años. (radionederlandinternacional)
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