Santa Bárbara, Samaná.- El parque de Aventura Pirata, ofrece como atracción el Zip-Line, que es una excursión de aventura extrema y ecológica inolvidable donde la adrenalina realmente se pone a prueba. Ubicado en la sección El Valle en Santa Bárbara de Samaná, un lugar donde puedes observar la naturaleza virgen en un paisaje de bosque húmedo.
La excursión, organizada por “Mi Tierra Verde” inicia con el traslado en un camión tipo safari, recorriendo por un accidentado camino vecinal, pasando por la represa del río San Juan e internándonos hasta llegar a la rancheta, junto a una casita de campo del área, donde reciben a los invitados con una degustación de Chocolate y café orgánico y un trago de una bien curada damajuana.
La emoción comienza en el momento en que los guías del Zip-Line empiezan a poner todo el equipo reglamentario a cada uno de los excursionistas y explican los pasos a seguir para comenzar el tour. Con Doble arnés de seguridad, cascos… la adrenalina comienza a surtir efecto, sudores y hasta rizas al ver la distancia del primer salto. Esperar y ser enganchado a “la línea de seguridad” en el cable de acero y así llega el momento de liberar tu cuerpo, experimentar la sensación de volar, vuela de plataforma a plataforma y disfruta del aire con una vista privilegiada de la exuberante, ancestral y tropical montaña.
Aventura Pirata, Zip-Line está compuesto por 12 plataformas interconectadas por 3 cables de acero haciendo un total de 7,400 pies de cables, que soportan 13, mil libras cada uno, por donde los aventureros se deslizan saliendo desde el la primera plataforma inspirada en un barco pirata y a una distancia de 1,000 pies de la segunda plataforma, a una altura de mas de 400 pies. Hacer piruetas, gritar de emoción o simplemente distraer la vista en un ángulo de 360 grados a la redonda, descubriendo el más exuberante bosque tropical que nace en el mismo corazón de la cordillera.
Los guías asisten cada fase de esta aventura siempre con la máxima seguridad para que el cliente pueda disfrutar del zip-line. En cada estación podrán disfrutar del entorno de un bosque lujuriante y natural, entre el sonido de los pájaros y el salto de la espléndida Cascada Lulú. Después de cruzar varias veces el río San Juan, llegamos a la estación 12, ubicada junto a un árbol de Ceiba centenaria. Y desde allí se realiza una caminata entre trillos que nos llevan a darnos un refrescante baño en las aguas del río San Juan y aprovechar a la espectacular Cascada Lulú.
Al final de la excursión sobre los árboles, jugos tropicales serán servidos y tendrá el tiempo adecuado para comprar los recuerdos de esta única y especial aventura.
Luego el recorrido nos lleva a conocer la playa El Valle, ubicada en una cerrada ensenada rodeada de una exuberante vegetación donde desemboca el río San Juan y un arroyo subterráneo que con sus frías aguas nos da un choque impactante entre las cálidas aguas del litoral samanes donde podrán degustar un exquisito pescado frito o con coco.
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