7 de marzo de 2009

Más sida en el Malecón

ESTEBAN VILLAREJO MADRID
En Cuba no hay prostitución, hay «sexo transaccional». Ese es el eufemismo utilizado por las autoridades del régimen. Una forma singular de poner de relieve que todos los males asociados a las meretrices (o «gigolós») no existen en la «idílica y turística isla de la Revolución».
Y entre uno de esos males, aflora cada vez con más fuerza el número de personas que ya han desarrollado la enfermedad del sida o están infectadas por el VIH, según reflejan los últimos informes anuales del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida) y los que permite conocer el propio Gobierno cubano.
Dos datos esclarecedores. Primero, el oficial de la ONU (www.unaids.org): en los últimos cinco años las estimaciones más elevadas de personas infectadas con la enfermedad o el virus se han duplicado pasando de los 6.600 casos de 2004 a los 12.000 del pasado año. Una estimación al alza del organismo de la ONU que también realiza una prospección media (de 3.300 a 6.200 casos en el mismo periodo) y baja (1.100 a 3.600).
Ritmo ascendente
La tasa de incidencia sobre la población se ha duplicado, pasando del 0,1% al 0,2%, un ratio «de ritmo ascendente» que se mantiene en las estadísticas lejos de algunos países de la zona -Haití (2,2%) o República Dominicana (1,1%)-.
Segundo dato esclarecedor, el de las propias autoridades: «En 2008 en La Habana hubo un 6,7% de casos que afectan a mujeres en relación a 2007. Los mayores aumentos en el diagnóstico recayeron en aquellas mujeres entre 20 y 29 años.
De acuerdo con un estudio realizado, una buena parte son amas de casa», reconocía al diario local «Tribuna de La Habana» la doctora Bárbara Venegas, jefa del Programa Provincial de Prevención y control de las Infecciones de Transmisión Sexual ITS/VIH. Los quince municipios que conforman la capital habanera están entre los 29 más afectados nacionalmente.
Las causas de este rebrote «lento pero sostenido» son múltiples. Desde Onusida se pone el acento en el hecho de que durante los últimos años los controles para detectar la enfermedad y el sida se han incrementado en otras ciudades. «Ahora afloran más casos gracias a la búsqueda activa de los programas», reconocen desde la oficina de Onusida en La Habana, donde se destaca igualmente que la terapia antiretroviral para combatir el desarrollo del virus del sida cubre a más del 95% de la población afectada. ¿Por qué no se hicieron antes esos controles? Tabú.
Rehuyendo de la etiqueta de «turismo sexual», en Cuba siempre se ha asociado históricamente el sida al grupo de riesgo HSH (hombres que tienen sexo con otros hombres) lo que provocaba el «relajamiento» entre las «jineteras» (prostitutas) disponibles en cualquier hotel, terraza o el mismo Malecón de La Habana (punto de encuentro habitual).
Más bisexualidad
También se ha subrayado en el último informe de La Habana de prevención del VIH el peso que adquiere «el incremento de la bisexualidad entre las mujeres de la capital».
El turismo sexual cambió la tendencia a finales de los años 90, aunque todavía es mayoritaria la incidencia del VIH entre la población homosexual. Otro tabú en La Habana del hermano de Fidel.

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