Los reputados galenos Félix Antonio Cruz Jiminián y Antonio Contreras, presidentes de las fundaciones Cruz Jiminián y Dominicana "Nutrición 2000", deploraron que en pleno siglo 21 en República Dominicana donde se habla de avances del Internet y donde hay modernos centros médicos, "exista la comercialización de medicamentos falsificados, vencidos y de contrabandos que han producido miles de muertes".
Los galenos calificaron de "mercaderes de la muerte" a los individuos que se dedican a la práctica de falsificar medicamentos.
"No solamente son los cinco o seis casos de muertes que se mencionan, son miles y miles las personas que han muerto por haber ingerido un medicamento de contrabando o falsificado", enfatizó el doctor Cruz Jiminián.
Expresó que Salud Pública es la responsable de supervisar que estas cosas no pasen, y refirió que hace cierto tiempo el Seguro Social compró cientos miles de capsulas de ampicilina que lo que tenían era harina de trigo, dando lugar a que muchos pacientes que usaron ese medicamento no se curaron y otros murieron.
Entiende, asimismo, que el Senado de la República debe legislar "para considerar crimen mayor y ser condenados a 30 años a aquellos que adulteren el contenido de un medicamento". Agregó que, en tanto, Salud Pública debe supervisar medicamentos vencidos, a los laboratorios y verificar la calidad de los productos de éstos, así como la cantidad de miligramos que tiene cada medicamento "para que estas cosas no sigan pasando".
El galeno dijo que hacía ese señalamiento porque los médicos cuando recetan un medicamento lo hacen con la confiabilidad de que va a funcionar, pero ocurre que cuando el paciente lo compra el mismo no contiene los principios activos que debe contener.
Señaló que a la medicina no tener la dosis necesaria la enfermedad que debía ceder a la misma lo que hace es que se convierte resistente termina muriendo "porque ha hecho una resistencia cruzada al medicamento que le indicaron".
Citó el caso de un paciente que tenga que tomar una Levofloxacina de 500 miligramos por día y ocurre que la tableta lo que tiene son 200, "éste paciente no se va a sanar y por el contrario la bacteria se va a ser resistente a este medicamento y su médico va a ver que después de haberle dado cinco, seis o siete días de tratamiento el paciente sigue peor, pero con una condición de que ya la bacteria es más resistente y entonces el paciente termina muriendo".
"Así han muerto miles de pacientes que no están registrados, miles, miles que nadie se ha atrevido a decir esto, precisamente por el descontrol que ha habido en el control de los medicamentos", subrayó Cruz Jiminián.
Consideró la producción y venta de medicamentos falsificados y contrabandeados "un acto criminal, perverso y de lesa humanidad, porque por ganar un peso más atenta contra la vida de inocentes".
Cruz Jiminián sostuvo que muchos galenos dominicanos solo creen en medicamentos producidos por laboratorios de renombre internacional, pero advirtió que estos son muy costosos.
Hizo un llamado a los médicos que trabajan con pacientes pobres que solo receten medicamentos de laboratorios nacionales que son reconocidos, ya que aunque es cierto que hay laboratorios de reputación dudosa y sin prestigio, "también es cierto que hay laboratorios, serios, muy serios, dominicanos, tan serios como los internacionales".
Indicó que el médico para cuidar la salud de su paciente y su prestigio indicar medicamentos confiables, elaborados por laboratorios nacionales reconocidos que dijo hay muchos.
Fundación Nutrición 2000
Por otra parte, el presidente de la Fundación Dominicana "Nutrición 2000", doctor Antonio Contreras, consideró esta situación como un problema grave, serio y calificó como "mercaderes de la muerte" a las personas que se dedican a vender medicinas falsificadas, las cuales no reúnen las condiciones sanitarias aptas para el consumo humano.
Condenó la venta inadecuada de medicina en diferentes provincias, especialmente en Moca que la consideró "la cuna de la venta de medicamentos falsificados y muestras médicas" que se venden en las calles como si fueran pulperías.
El doctor Contreras manifestó que se trata de un problema que tiene mucho tiempo y que el actual titular de Salud Pública lo conoce muy bien porque es oriundo de las provincias donde se realiza en mayor cantidad esa práctica ilegal.
Sostuvo que su Fundación viene denunciando esa situación que data de hace muchos años, no de este gobierno ni de los cuatro años de Hipólito Mejía sino mucho antes, y que ha enfrentado a parte de la comunidad que es defensora de esta situación porque inclusive se trata de una industria "que existe en toda esa región" y que se dedica a comercializar esos productos que no reúnen las condiciones para que un ser humano los ingiera.
"Muchísimas farmacias, muchísimos distribuidores (incluso en la capital) venden estos productos, venden en las calles medicamentos que no reúnen las condiciones, ni las concentraciones de miligramos que amerita el producto", expresó.
Dijo que Salud Pública conoce la situación, pero alega que no tiene recursos, por lo que el doctor Contreras entiende que "estamos en un país como chivos sin ley".
Entiende que han aparecido muertes, pero que la situación continuará porque cuando los médicos recetan un medicamento el paciente lo compra, pero no tiene los miligramos necesarios y por eso no logran los resultados que buscan, que es sanar a la persona.
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