Por Manuel Jiménez
República Dominicana enfrenta una desaceleración del crecimiento económico, pérdida de empleos y el incremento de sus niveles de pobreza a causa de la crisis mundial, advirtió el miércoles el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo.
No obstante, el impacto de la crisis ha dejado algunos efectos positivos en términos de una menor inflación, la reducción de subsidios gubernamentales y el fortalecimiento del sistema bancario, dijo el secretario Temistocles Montás.
El funcionario sostuvo que sus declaraciones no intentaban sembrar pesimismo en el ánimo de los dominicano, sino advertir sobre una realidad que de hecho está impactando negativamente a muchos países del mundo, especialmente a Estados Unidos, principal socio comercial del país.
"Yo creo que de lo que se trata ahora es de apostar a que se adopten medidas, tanto en el orden monetario como en el terreno fiscal que puedan sentar las bases para que las economías a nivel mundial se recuperen lo más pronto posible", expresó el funcionario.
En el caso dominicano, dijo, se logró superar los efectos de una severa crisis financiera surgida en el 2003 y dos años más tarde el país estaba creciendo a una tasa importante que sentó las condiciones para la generación de empleos.
Montás hizo las declaraciones durante una conferencia sobre "La Crisis Económica Mundial y su Impacto en la República Dominicana" ante empresarios, dirigentes políticos y representantes de otros sectores, destacando los efectos que la crisis ha tenido en la economía local.
El funcionario dijo que la crisis incluye noticias buenas y malas para la República Dominicana. Entre las buenas, citó una menor presión inflacionaria, un menor déficit en cuenta corriente debido a precios más bajos del petróleo y de los alimentos, algo que, afirmó, compensaría la posible desaceleración de las remesas, el turismo y las exportaciones de bienes.
Además, habría menores subsidios gubernamentales a causa de la reducción de los precios del petróleo, la posible repatriación de capitales de los dominicanos residentes en el exterior, lo que generaría un incremento de los capitales a corto plazo y un buen posicionamiento del sistema bancario nacional.
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