Por MARK SHERMAN
El tribunal actuó en el caso de Kilmar Abrego García, un
ciudadano salvadoreño que tenía una orden judicial de inmigración que impedía
su deportación a su país natal por temor a ser perseguido por las pandillas
locales.
La jueza federal de distrito Paula Xinis había ordenado
que Abrego García, ahora detenido en una notoria prisión salvadoreña, regresara
a Estados Unidos antes de la medianoche del lunes.
"La orden requiere apropiadamente que el Gobierno
'facilite' la liberación de Abrego García de la custodia en El Salvador y que
garantice que su caso se maneje como lo habría sido si no hubiera sido enviado
indebidamente a El Salvador", dijo el tribunal en una orden no firmada sin
disidencias notables.
Se produce después de una serie de fallos en la lista de
emergencia de la corte, donde la mayoría conservadora se ha puesto del lado de
Trump, al menos parcialmente, en medio de una ola de órdenes de tribunales
inferiores que ralentizan la amplia agenda del presidente.
En el caso del jueves, el presidente de la Corte Suprema,
John Roberts, ya había retrasado la fecha límite de Xinis. Los jueces también
dijeron que su orden ahora debe ser aclarada para asegurarse de que no se
entrometa en el poder del poder ejecutivo sobre asuntos exteriores, ya que
Abrego García está detenido en el extranjero. El tribunal dijo que el gobierno
de Trump también debería estar preparado para compartir qué medidas ha tomado
para tratar de recuperarlo, y qué más podría hacer.
El gobierno afirma que Abrego García es miembro de la
pandilla MS-13, aunque nunca ha sido acusado ni condenado por ningún delito.
Sus abogados dijeron que no hay evidencia de que estuviera en la MS-13.
El gobierno ha admitido que cometió un error al enviarlo
a El Salvador, pero argumentó que ya no podía hacer nada al respecto.
Los jueces liberales de la corte dijeron que el gobierno
debería haberse apresurado a corregir "su error atroz" y que estaba
"claramente equivocado" al sugerir que no podía traerlo a casa.
"El argumento del Gobierno, además, implica que
podría deportar y encarcelar a cualquier persona, incluidos los ciudadanos
estadounidenses, sin consecuencias legales, siempre y cuando lo haga antes de
que un tribunal pueda intervenir", escribió la jueza Sonia Sotomayor,
acompañada por sus dos colegas.
La esposa de Abrego García, Jennifer Vásquez Sura, dijo
que la terrible experiencia ha sido una "montaña rusa emocional" para
su familia y toda la comunidad.
"Estoy esperando ansiosamente que Kilmar esté aquí
en mis brazos, y en nuestra casa acostando a nuestros hijos, sabiendo que esta
pesadilla está casi llegando a su fin. Seguiré luchando hasta que mi esposo
esté en casa", dijo.
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