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10 de abril de 2025

¿Quién fue Rubby Pérez, la voz más alta del merengue dominicano?

 Redacción       El Caribe

Santo Domingo. La música dominicana está de luto tras confirmarse la muerte de Rubby Pérez, la voz más alta del merengue dominicano, quien perdió la vida tras el colapso del techo de la discoteca Jet Set durante la madrugada del martes. Su partida representa una pérdida irreparable para la cultura y el arte del país.

Nacido el 8 de marzo de 1956 en Haina, Rubby Pérez, cuyo nombre real era Roberto Antonio Pérez Herrera, tuvo un inicio lleno de retos. A los 15 años, un accidente automovilístico truncó su sueño de ser pelotero, pero abrió la puerta a una carrera musical legendaria. Durante su recuperación, encontró refugio en la música y fue en ese momento cuando comenzó a gestarse su nueva vocación.

Rubby inició cantando en coros de iglesia y agrupaciones locales hasta que, en 1977, se integró a Los Pitágoras del Ritmo. Su gran oportunidad llegó en 1980 cuando Fernando Villalona lo eligió para su orquesta. Su potente voz llamó la atención del público y pronto se convirtió en uno de los cantantes más reconocidos del país.

Consolidación como solista

En 1987 inició su carrera como solista y dejó huella con temas como “Buscando tus besos”, “Dame veneno” y “Enamorado de ella”. Su éxito se extendió más allá de las fronteras, llegando a ocupar posiciones en las listas de Billboard y recibiendo discos de oro y platino en países como Venezuela. Su música, cargada de pasión y sentimiento, lo consolidó como una figura clave del merengue.

Rubby recibió numerosos premios, incluyendo los Casandra y reconocimientos internacionales. Su legado no solo se mide en éxitos musicales, sino también en su impacto humano: fue mentor, amigo, y siempre estuvo dispuesto a apoyar causas sociales y a nuevos talentos.

Una última presentación cargada de emoción

Su último concierto en el Jet Set, escenario que tantas veces lo ovacionó, fue el cierre inesperado de una trayectoria brillante. La tragedia que acabó con su vida dejó al país consternado, pero también reafirmó el amor del pueblo dominicano por su música.

Más allá del escenario, Rubby fue un padre entregado. El mes pasado celebró los 15 años de su hija Ana con una emotiva canción a dúo, gesto que se ha viralizado por su autenticidad y ternura. Su mensaje de amor y orgullo paternal ha tocado corazones en todo el país.

Un adiós que se convierte en inmortalidad

Rubby Pérez no solo fue un cantante excepcional; fue un ícono cultural, un embajador del merengue, y un ejemplo de resiliencia. Su historia inspira y su música vivirá por siempre en el corazón del pueblo dominicano. Hoy, su voz se silencia en la tierra, pero se eleva al cielo para convertirse en leyenda.

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