Una serie para gobernarlos a todos: las primeras imágenes de la serie de televisión más cara de la historia, cuya acción se sitúa miles de años antes de la legendaria trilogía de J.R.R. Tolkien. Vanity Fair ha conseguido la exclusiva sobre este descomunal proyecto en el que Jeff Bezos ha volcado todo su empeño.
POR ANTHONY BREZNICAN Y
JOANNA ROBINSON – Vanity Fair
Un presupuesto de tal
calibre mermaría a la mayoría de los estudios, pero Tolkien, al igual que los
viajes espaciales, es una de las mayores obsesiones de Bezos
La serie de Amazon, que
debutará en Prime Video el 2 de septiembre de 2022, no está basada en una
novela de Tolkien como tal, sino en el amplísimo trasfondo que él mismo expuso
en los Apéndices que acompañan a la trilogía de El Señor de los Anillos. Cinco
temporadas que probablemente superarán los 1.000 millones de dólares para el
estudio. Un presupuesto de tal calibre mermaría a la mayoría de los estudios,
pero Tolkien, al igual que los viajes espaciales, es una de las mayores
obsesiones de Bezos, una de las personas más ricas del mundo. Se trata de una
iniciativa empresarial de gran envergadura que le permitirá crear la serie de
televisión más cara y elaborada de la historia. A pesar de que Jackson no
guarde relación con el proyecto, sus películas, al igual que Juego de Tronos,
su sucesor espiritual, demostraron en su día que las fantasías inmersivas gozan
de un público enorme. Desde luego, son muchos los que han tratado de cautivar a
ese público -y muy pocos han sobrevivido o triunfado al hacerlo.
Debido a la inmensa
riqueza de Bezos, Los Anillos de Poder supone en realidad un peligro mayor para
su reputación que para sus finanzas. Amazon necesita demostrar de manera
definitiva que es capaz de producir series tan prestigiosas como gigantescas, y
con esta serie en concreto además corre el riesgo adicional que supone
modificar y construir a partir del canon de un narrador tan querido. Los
creadores de la serie, Patrick McKay y JD Payne, son dolorosamente conscientes
de la presión a la que están sometidos. Su serie hará juegos malabares con nada
menos que 22 personajes y múltiples tramas, desde lo más profundo de las minas
de los enanos de las Montañas Nubladas hasta la alta política del reino élfico
de Lindon, sin olvidarnos del poderío de Númenor, las isla de los humanos que
recuerda a Atlantis. Con el tiempo, todo girará alrededor del anillo que da
nombre a la trilogía. “La forja de los anillos. Anillos para los elfos, para
los enanos, para los hombres y el anillo que Sauron utilizó para engañarlos a
todos. Es la historia de la creación de todos esos poderes, su procedencia y su
impacto en cada una de esas razas”, explica McKay. Añade que esta fue la
pregunta que puso en marcha la producción: ¿Podríamos crear la novela que
Tolkien jamás escribió y concebirla como una serie monumental que solo podría
emitirse en la actualidad?”
“Todo el mundo se
agolpó alrededor del monitor mientras rodábamos aquel primer plano en el que el
rostro de Galadriel llena la pantalla mientras llora y toma una decisión: Tengo
que luchar”
La supervivencia de
Galadriel en el mar no solo supone un momento crucial al comienzo de la serie;
sus creadores lo recuerdan como un momento clave durante el rodaje en Nueva
Zelanda, allá por marzo de 2020. “Morfydd apenas llevaba unos días siendo
Galadriel, algo seguramente aterrador. Estaba en el agua. Había un montón de
efectos especiales. Había música y luces”, rememora McKay. Pero pese a lo
trascendental de la escena que tenían enfrente, todo el equipo que trabajaba la
serie estaba pegado a sus móviles: en el transcurso de 45 minutos se corrió la
voz de que muy cerca, en Australia, Tom Hanks se había contagiado de COVID, la
NBA había cancelado la temporada y la Organización Mundial de la Salud había
declarado que se trataba de una a pandemia a escala mundial. “Todos decíamos
‘Madre mía, ¿qué vamos a hacer? Vamos a tener que cerrarlo todo’”, explica
Payne. El pánico hizo metástasis y desencadenó otros miedos, tanto grandes como
pequeños. “Fue aterrador. Pensé ‘Dios mío, ¿habrá quien entienda lo que estamos
tratando de hacer? ¿Estamos siendo demasiado ambiciosos? No tenemos ni idea de
qué pasará mañana’”.
Pero uno a uno los
integrantes del equipo fueron dejando a un lado sus teléfonos. “Todo el mundo
se agolpó alrededor del monitor mientras rodábamos aquel primer plano en el que
el rostro de Galadriel llena la pantalla mientras llora y toma una decisión:
Tengo que luchar”, narra McKay. En cuanto terminó la escena, el plató estalló
en vítores. “Es un ejemplo perfecto de cómo tanto Tolkien como la Tierra Media
se las ingenian para llegar a ti incluso en los momentos más oscuros”, asegura
Payne.
Pese a todo el caos que
haya podido acontecer, al fin sintieron que estaban en el camino correcto. Los
primeros tres episodios, los cuales hemos podido ver en Vanity Fair, dan a
entender que estaban en lo cierto. La serie es una mezcla espléndida y francamente
convincente de intrigas palaciegas, magia, guerras y mitología, y contiene
suficientes misterios como para alimentar a miles de podcasts. Algunos
personajes resultarán familiares y serán la principal atracción al inicio, a
medida que los espectadores vayan siendo testigos de cómo se van revelando los
destinos legendarios que les deparan. Pero los rostros completamente nuevos
podrán resultar aún más atractivos, ya que sus futuros aún están por
escribirse.
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