El aloe vera (sábila) se ha convertido ya en un clásico de nuestras plantas de jardín y de la composición de muchos productos cosméticos. El gel de sus hojas es bueno para la piel, pero no solo. El aloe vera (sábila) también tiene aplicaciones gastronómicas; es un complemento alimenticio de extraordinarios efectos beneficiosos para el organismo.
Cuando se pela la hoja de una planta de aloe vera se obtiene una gelatina incolora, insípida e inodora. Pensamos en sus virtudes para la piel pero resulta que el aloe vera (sábila) va a empezar a entrar en nuestras cocinas.
Esa gelatina, preparada y añadida a un zumo, a un gazpacho, a una salsa o a cualquier otro alimento, puede reforzar el sistema inmunológico al incrementar la producción de linfocitos, algo muy recomendable, por ejemplo, para las personas que se han sometido a un tratamiento de quimioterapia.
Lo llaman “nutracéutico”, un alimento con propiedades para el bienestar del cuerpo Pero también palía la pérdida de hierro (es el alimento del mercado que más hierro tiene después de las almejas y los berberechos) y proporciona fibra favoreciendo así el tránsito intestinal.
El catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Cádiz, Francisco Macías, que lleva dedicado al estudio del aloe vera más de una década, destaca su alto potencial nutritivo, además de su probado efecto como recuperador de la epidermis al ser utilizado como producto de uso tópico y planta medicinal durante siglos.
Una planta de aloe vera contiene lípidos (ácidos grasos insaturados que se eliminan con facilidad), fibra, proteínas y oligoelementos como calcio, sodio, potasio, hierro y germanio.
Macías explica que la apuesta por el aloe vera (sábila) se hace desde una doble vertiente: la farmacéutica y la alimenticia, lo que llama el “nutracéutico” o alimento que tiene propiedades para el bienestar del cuerpo (como serían los yogures que ayudan a bajar el nivel de colesterol o los preparados lácteos para aumentar las defensas del organismo).
La (sábila) para adelgazar es altamente recomendada en varias partes del mundo por su creciente y aparente eficacia.
El Aloe vera (sábila) está entre los productos de maravillas herbolarias que están plagando el mundo.
Cocinando con aloe vera
De sus aplicaciones en gastronomía ya dan cuenta los grandes cocineros. En la cocina de Sergi Arola probaron el aloe vera (sábila) marinado, como guarnición de un carpaccio, y en zumo para un postre. Es la Espuma de aloe vera con crema de la fruta de la pasión, el más solicitado de la carta. El jefe de cocina, Manuel Berganza, recomienda tener el gel en remojo y pasarlo varias veces por agua para quitarle el amargor.
Un restaurante sevillano lo añade a la besamel, la vinagreta o a un gin-tonic. En el restaurante Los Baltazares, el aloe vera se ha convertido en un ingrediente muy utilizado, el “quinto sabor”, como lo define Juan Carlos Fernández, jefe de cocina de este local de Dos Hermanas (Sevilla).
“El aloe vera (sábila) no tiene sabor, tiene propiedades”, explica el cocinero quien elabora una base de crema con este gel que agrega al gazpacho, a la besamel de las croquetas, a la vinagreta de una ensalada o, incluso, en la coctelería, en especial en los gin-tonic.
Las posibilidades del aloe vera como complemento de la dieta son cada vez mayores y eso que es la cuarta planta a nivel mundial que más se utiliza para productos transformados. Una versatilidad ya presente desde los orígenes de la humanidad.
Cómo extraer el gel
Si usted posee una planta de aloe vera puede utilizar sus hojas cuando tengan unos tres años. El procedimiento consiste en cortar la hoja y quitar la corteza externa. De ahí se extrae el gel transparente, se tritura y filtra.
Cuando la hoja no está bien cortada, ni preparada puede que las aloínas den un olor raro y pueden dejar un regusto amargo. Eso se puede nivelar con otros ingredientes ya que, como explica Francisco Macías, “el aloe siempre se contempla como parte o complemento de un alimento, no para comerlo solo”.
La otra opción es comprar la hoja de aloe vera (sábila) envasada y con una etiqueta que marca su contenido calórico, las proteínas, los aminoácidos…y la forma de conservarlo.
Una alternativa agrícola
La producción de aloe vera en España se centra en Canarias y en Andalucía y se presenta como una nueva alternativa de cultivo en terrenos de clima seco y templado. Una hectárea puede albergar unos 80.000 kilos de aloe vera. Cada planta de 2 a 3 años puede producir entre 10 y 15 kilos de hoja fresca para su consumo y para uso en la industria de la alimentación, cosmética e, incluso, textil.
El mercado europeo (Alemania es el mayor consumidor del mundo) es el objetivo a alcanzar ya que consume el 20% de la producción mundial. (http://diariode3.com)