Vemos cada vez más gente pobre en las calles desde hace años. Pero igual
los números son un trompazo. El INDEC informó que la pobreza afectó al 52,9% de
la población en el primer semestre del año y que la indigencia llegó al 18,1%.
Esto equivale a casi 24.900.000 pobres, de los cuales 8,9 millones son
indigentes, es decir, que sus ingresos no les alcanzan para comprar los
alimentos básicos.
Son las peores cifras en 20 años, salvo en el caso de los chicos, en el
que el escenario es incluso más duro. La pobreza infantil (hasta los 14 años)
alcanza al 66,1%. Para dimensionar mejor el asunto: tras la crisis de 2001, la
pobreza promedio llegó a justamente el 66%.
El Gobierno de Javier Milei dice que este panorama es consecuencia de
las gestiones de los K y Alberto Fernández y que, si hubiéramos llegado a una
híper, habría 95% de pobres.
Es cierto que las herencias pesan. Pero, como explica Ismael Bermúdez en
esta nota, también lo hacen el empobrecimiento de los trabajadores (y
jubilados) frente a la inflación, que parece estar ahora quieta pero fue de
79,8% de enero a junio, sin considerar el salto del 25,5% de diciembre.
También, agrega, la mala calidad del empleo, la licuación de la partida de
gastos sociales, la paralización de la obra pública y el aumento del desempleo.
Como indica el dicho popular, uno es lo que hace con sus problemas, por
más heredados que sean.
Te dejo con más noticias. Que tengas un buen viernes y un excelente fin de semana.
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