Carlos Galván Clarín 7 minutos
Argentina.- La Casa Rosada parece haber adoptado el camino de la
política tradicional. Con una serie de negociaciones con gobernadores aliados y
diputados de la UCR, ayer logró abortar el intento opositor de insistir con la
ley de reforma jubilatoria vetada por Javier Milei. Más que un problema de
caja, de supuesta afectación del déficit cero, el desafío del Gobierno era
político: demostrar que no le podían torcer el brazo.
Algunas de las movidas que hizo el oficialismo fueron quirúrgicas, como
conseguir la renuncia de un diputado radical de Entre Ríos -le ofrecieron
trabajo en el ente que administra Salto Grande- para que en su lugar asumiera
una legisladora del PRO. Juró ayer su banca y poco después ya votó a favor del
veto.
El Gobierno consiguió un armado de 87 legisladores para sostener el
veto. Gracias a ese número se llevó una victoria. De mantenerlo unificado,
podrá evitar que, en el futuro, la oposición vuelva a reunir los dos tercios en
una iniciativa. Eso sí: esos 87 le serán escasos para la aprobación del
Presupuesto 2025, cuya discusión arranca la semana que viene en Diputados.
Desde el vamos, le faltan unos 40 votos más. ¿Habrá más política tradicional?
Empecemos con las noticias del día. Ojalá tengas un muy buen jueves.
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