La megaestrella especialista en mezclar géneros se sincera sobre su vida lejos de los escenarios. Pero ni se te ocurra preguntarle por su nuevo álbum.
POR MICHELLE RUIZ Vanity Fair
Son las 12:10 de la tarde en el histórico barrio de Miramar, en San Juan
de Puerto Rico, y Benito Antonio Martínez Ocasio apenas se esconde en un bar
clandestino de color coral, justo detrás de una cocina fantasma, ambos situados
en una calle que serpentea hasta la playa. La camaleónica supernova del
reguetón conocida como Bad Bunny me espera sentado en una mesa esquinera ante
un creciente festín de nudos de pan de ajo, albóndigas y dos pizzas aún sin
tocar, una hawaiana y otra de pepperoni.
Por una vez no está haciendo nada, me dice el artista de 29 años con su
alegre barítono. “Ha sido mi día más tranquilo, sin nada que hacer”. Este
último viaje a casa ha sido un capricho. “Llegó el verano, salieron un par de
canciones de reguetón y dije ‘me largo. Me voy a Puerto Rico, como un
vagabundo”.
Martínez había anunciado que se tomaría un año de descanso tras cimentar
su carrera como uno de los artistas más deliciosamente prolíficos en activo,
una auténtica fuerza motriz entre cuyos logros superlativos se encuentra el
haber sido nominado al Grammy al mejor disco del año, superar en número de
reproducciones en Spotify a Beyoncé o Taylor Swift en 2022 y tener a sus
espaldas El Último Tour del Mundo, la gira más exitosa nunca llevada a cabo por
un artista latino, que sentaba sus bases en los nada menos que tres álbumes que
sacó en 2020 mientras el resto de nosotros nos dedicábamos a hornear pan. Tras
su última parada, Martínez sacó otro disco: el fenómeno (y obsesión) cultural y
de la crítica que ha sido Un Verano Sin Ti, una fiesta playera cargada de sexo
con un toque de resistencia política. Acto seguido, se embarcó en una segunda
gira en 2022, The World’s Hottest, con la que hizo añicos el récord de Ed
Sheeran de la gira con mayor recaudación (si bien es posible que tanto Taylor
Swift como Beyoncé los superen a ambos este año). Y después fue cabeza de
cartel en Coachella. El primer cabeza de cartel latino del festival. Mientras
todo esto sucedía, en algún momento apareció Kendall Jenner en su vida.
Bad Bunny nos habla sobre sexo las redes sociales y Kendall Jenner
Y este otoño lanzará un nuevo álbum, un tema sobre el que tanto Martínez
—todo un maestro de las revelaciones sorpresa— como su publicista insisten en
evitar tratar. Dicho lanzamiento es el subtexto de nuestra entrevista, pero el
artista, que por el momento ha demostrado que es más probable que lo saque a
medianoche en plena Acción de Gracias o plante las semillas de nuestra
curiosidad mediante un falso anuncio de Bugatti, sigue reticente con respecto a
confirmar su mera existencia. Cuando le felicito por su próximo disco me
responde, impávido: “¿Quién te ha dicho eso?”. Ha estado experimentando con un
nuevo estilo musical en Puerto Rico y en Los Ángeles. “Estoy jugueteando y
pasándolo bien, soltándome. Me inspira mucha de la música de los años 70”
—abarcando diversos géneros, tanto en español como en inglés—“pero no estoy
seguro de cómo moldeará mi música, si lo hará de manera generalizada o
únicamente en una canción”.
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