La Constitución mexicana establece que "toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo".
Actualidad RT
En plena crisis política y después de que el
Congreso peruano aprobara la moción de vacancia, Castillo intentó acudir a la
Embajada mexicana en Lima, pero fue capturado en el camino por la Policía. A
través de su abogado, Víctor Pérez, el detenido expresidente peruano solicitó
asilo a México.
"Hemos procedido a iniciar consultas
ante las autoridades peruanas", informó el jueves el canciller mexicano,
Marcelo Ebrard.
La Constitución mexicana establece que
"toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo". Para
otorgarlo, la Cancillería tiene entre sus lineamientos que la persecución del
solicitante tenga un carácter político relacionado con su perfil público; y que
se encuentre en peligro por virtud de la persecución política y, por lo tanto,
no pueda ponerse a salvo de otra forma.
Este viernes, la recién juramentada
presidenta peruana, Dina Boluarte, dejó en manos del Gobierno mexicano la
posibilidad de asilo a Castillo.
"Yo siempre me he mantenido dentro del
marco legal. Lo que diga el derecho de asilo para el expresidente y su familia,
eso lo tendrá que validar en todo caso ya el Gobierno mexicano", dijo
Boluarte este viernes a medios locales.
Además, Boluarte adelantó que tenía previsto
visitar próximamente a Castillo.
"En unos días más, si se me permite
luego de la juramentación del nuevo gabinete, yo quisiera ir a saludar al
expresidente Pedro Castillo, porque el hecho que haya suscitado de esta manera
tan rápida y violenta, también me duele", dijo Boluarte en la sede del
Cuartel General del Ejército, en San Borja.
Asilo de Evo en México
No es la primera vez que la administración de
López Obrador otorga un asilo político ante lo que considera una situación de
riesgo de un expresidente.
En noviembre del 2019, el entonces presidente
de Bolivia, Evo Morales, fue depuesto en un golpe de Estado. Consciente de que
su vida corría peligro, López Obrador ofreció un avión de la Fuerza Aérea
Mexicana para que Morales pudiese salir del país andino.
Prensa Andrés Manuel López Obrador
Una vez que se concretó su huida, México
otorgó asilo político a Morales durante un mes. Después fue recibido por
Argentina en calidad de refugiado.
En una tensa jornada en Perú, el pasado
miércoles López Obrador ofreció abrir a Castillo y su familia las puertas de la
Embajada de México, ubicada en el distrito limeño de San Isidro. El mandatario
dio la orden al canciller Ebrard.
"Le dije que hablara con el embajador (Pablo Monroy) y se abriera la puerta de la Embajada, con apego a nuestra tradición de asilo, pero al poco tiempo tomaron la Embajada con policías y ciudadanos, y él ya ni siquiera se pudo salir, lo detuvieron de inmediato", reconoció López Obrador este jueves.