Un disco desaparecido de las listas de éxitos; unas canciones que no suenan en Spotify; una gira que no agota entradas y de la que ya se han caído siete fechas. Jennifer López se ha gastado 20 millones de dólares en contarle al mundo su amor a Ben Affleck, pero de momento no está funcionando.
POR JAVI SÁNCHEZ Vanity Fair
Todo estaba
listo hace un mes y medio para el regreso triunfal de Jennifer López. La
cantante presentaba su primer disco en 10 años, This is me… Now, secuela de uno
de sus mayores éxitos, acompañado de un documental y una película a mayor
gloria del tema central de los tres productos: su historia de amor con Ben
Affleck. Todo, como una antesala de una maxigira, la primera en cinco años, y
de otros dos discos de cara al futuro próximo. Una jugada no exenta de riesgos
(el primero, que JLo ha pagado de su bolsillo disco, documental y peli; unos 20
millones de dólares en total cargados a Nuyorican, la productora para todo que
puso en marcha en 2001 y con la que le había ido muy bien en sus recientes
tratos con Netflix) para una diva que nunca le tuvo miedo a jugársela.
El primer
aviso llegó poco después del lanzamiento de This is me… Now. En un par de
entrevistas, Jennifer López avisaba de que quizás este fuese su último disco,
pese a la trilogía anunciada meses antes. En realidad, la recepción del álbum
ha sido la peor de la carrera de una artista que hasta ahora había conseguido
vender 80 millones de discos. Y no sólo por un debut en el puesto 38 del
Billboard de Estados Unidos (el peor disco hasta la fecha de López, Brave,
debutó en el puesto 12), al que siguió un silencio casi total en las
plataformas de streaming, donde ninguno de los nuevos temas ha conseguido
asomarse en las listas de reproducción (pese a mantener unos muy respetables 25
millones de oyentes mensuales sólo en Spotify. El público está ahí, es el disco
el que no entra)… Hoy, This is me… Now ni siquiera está entre los 200 discos
más escuchados en la veterana lista estadounidense (tardó exactamente una
semana en desaparecer del listado). En el resto del mundo, la recepción ha sido
incluso más abismal.
El
documental y la película (inspiradas por las cartas de amor de Affleck a López,
y por el “viaje de autodescubrimiento” de López hacia la autoestima) también
han pasado desapercibidos en Prime Video. Y la gira tampoco ha empezado con
buen pie: de las 34 fechas originales previstas para este verano entre Estados
Unidos y Canadá, a mediados de marzo se habían cancelado siete. En teoría por
"problemas de gira" sin especificar, aunque la prensa estadounidense
ya señala que las escasas entradas vendidas han sido una causa más probable. Aun
así, López ha añadido dos fechas en las dos ciudades donde mejor acogida tiene:
Nueva York y Miami.
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