Aureliano
Rivera, ingeniero de Escalamiento en SISAP, explicó que Internet de las Cosas
(IoT, por sus siglas en inglés) se refiere a la interconexión de dispositivos
físicos a través de internet, permitiéndoles recopilar y compartir datos entre
sí. Pueden incluir desde sensores y cámaras, hasta electrodomésticos y
vehículos, cuya capacidad para comunicarse entre sí y con sistemas externos
abre un mundo de posibilidades en cuanto a eficiencia, comodidad y
automatización.
En el
entorno organizacional, IoT se utiliza en una amplia gama de aplicaciones,
desde la gestión de la cadena de suministros y el monitoreo de activos, hasta
la optimización de la energía y la mejora de la experiencia del cliente. Por
ejemplo, las fábricas pueden utilizar sensores IoT para supervisar el
rendimiento de las máquinas y prevenir averías, mientras que las tiendas
minoristas pueden implementar soluciones de IoT para rastrear el inventario en
tiempo real y personalizar la experiencia de compra.
El
riesgo desapercibido en ciberseguridad del IoT
Aunque
IoT ofrece numerosos beneficios, también plantea importantes desafíos en
términos de seguridad. Uno de los principales problemas es la falta de
estándares de seguridad consistentes en la industria, lo que puede llevar a la
presencia de vulnerabilidades en los dispositivos, especialmente cuando las
redes IoT convergen con Internet o redes IT, exponiéndolas de forma exponencial
a cualquier amenaza.
Rivera
indica que los ataques contra dispositivos IoT pueden llegar a tener graves
consecuencias para las organizaciones. Por ejemplo, un ataque dirigido a
dispositivos de vigilancia conectados podría comprometer la privacidad de los
clientes o empleados, mientras que un ataque a sistemas de control industrial
podría causar interrupciones en la producción o incluso poner en peligro la
seguridad de los trabajadores.
Ante las
posibles amenazas a las que se enfrentan los dispositivos IoT, Joel Acevedo,
ingeniero de Implementación en SISAP, comparte 4 recomendaciones para reducir
el riesgo de sufrir un ataque cibernético ya sea en casa o a nivel
organizacional:
1. Mantener nuestros dispositivos
actualizados:
Algo tan
simple como una actualización es una defensa importante, ya que estas buscan
remediar vulnerabilidades conocidas y mejorar la resistencia de los
dispositivos a los ataques. Es importante tener un proceso robusto para
garantizar que todos los dispositivos sean actualizados regularmente.
2. Segmentar la red en zonas o niveles:
Si un
dispositivo se ve afectado por un programa maligno, este podrá comprometer al
resto de dispositivos conectados al mismo Wi-Fi, especialmente en el caso de
una organización. Al segmentar la red en distintas zonas o niveles, se limita
el acceso de los dispositivos a cada uno, reduciendo así la superficie de
ataque entre procesos y equipamiento IoT.
3. Monitoreo Continuo de la Red:
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