Los ataques
de phishing comienzan con los cibercriminales enviando un mensaje falso (vía
SMS o WhatsApp) con un enlace a una página web falsa -los temas son variados:
volver a registrar una contraseña bancaria, una compra que la víctima no ha
realizado o una promoción con grandes descuentos-. El objetivo de los
estafadores es conseguir que la víctima acceda al enlace, que será una página
falsa muy similar a la real, en la que se pedirán datos bancarios, como de una
tarjeta de crédito, o credenciales de acceso -algunas páginas incluso solicitan
el pago de una supuesta tasa para obtener un premio o beneficio-. Si la víctima
completa el formulario, los datos serán robados.
"El
phishing es una de las estafas más comunes en Latinoamérica debido a su
facilidad de creación y bajo costo. La eficacia de esta amenaza se ve
magnificada por la creatividad de los ciberdelincuentes, que inventan excusas
convincentes para sus tácticas. Detectar y bloquear el phishing es esencial
para evitar que seamos víctimas. Para los usuarios, esto significa proteger su
dinero y evitar el uso indebido de su identidad digital. Sin embargo, las
empresas enfrentan un riesgo mayor, ya que el phishing puede resultar en el
robo de las credenciales de sus empleados, dando a los criminales acceso a la
red corporativa para robar datos confidenciales o instalar ransomware",
explica Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis
para América Latina en Kaspersky.
A
continuación, Kaspersky detalla 3 señales de que un mensaje es sospechoso:
1 Si el contacto es desconocido, desconfía. Comprueba siempre el remitente del mensaje (SMS o WhatsApp). Ten cuidado con los números cortos, los delincuentes ya han conseguido burlar este canal para difundir distintas estafas.
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