Por Walter Sun, Director Global de Inteligencia Artificial, SAP
Si bien
estas tecnologías han cambiado drásticamente la forma en que vivimos y
trabajamos, ahora estamos presenciando el último cambio importante con la
llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa. La tecnología ahora es
omnipresente, rápidamente adoptada en todas las industrias y los reguladores
están luchando por mantenerse al día.
Las
empresas de tecnología compiten por mejorar sus ofertas y propuestas de valor
para los clientes. Sin embargo, el valor de la IA radica en permitir a las
empresas utilizar datos para mejorar la toma de decisiones y, en última
instancia, impulsar sus resultados.
La IA ya
está brindando valor
El
minorista alemán Schwarz Group, propietario de Lidl, ha utilizado sus datos
comerciales históricos, el sentimiento del consumidor, la información
financiera e incluso los pronósticos del tiempo para predecir mejor la demanda
en sus tiendas. Como resultado, mejoró en un 15% su gestión de inventario,
logró una disminución del 20% en los desperdicios y un aumento en las ventas
totales. Todo por tener disponibles los productos requeridos por sus clientes
en el momento apropiado.
Aquí es
donde radica el valor empresarial de la IA. Puede que no sea tan llamativo como
el arte de Midjourney o el texto generado por ChatGPT, pero las herramientas
impulsadas por IA ya están transformando lentamente la forma en que las
empresas operan. Recientemente en SAP lanzamos Joule, un copiloto de
inteligencia artificial capaz de responder preguntas complejas mediante la
organización de datos de una empresa. Esta capacidad en análisis de datos ayuda
a reducir las "alucinaciones" que a veces pueden producir las
respuestas de la IA generativa. Un usuario podría preguntar '¿cómo mejoro el
rendimiento de la tienda?' y se generaría una respuesta que combina información
de productos, materiales de marketing, inventario de almacén y recomendaciones
de envío, para cada tienda.
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