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2 de noviembre de 2023

Playa de Peñíscola y castillo del Papa Luna (1960).

Aires de Libertad

Óleo sobre tablero de 40 x 40

Queridos amigos del Arte: De nuevo con ustedes y siguiendo con mis primeros cuadros al óleo sobre tablero, subo el número dos y compañero del anterior. Sin duda que casi todos conocemos esta preciosa playa y la historia de su emblemático castillo, pero yo tuve el privilegio de dibujarla en un cuartilla uno de los días que la contemplé desde la orilla... Cuando decidí copiar y pasar a la acción sobre el tablero, no era tan sencillo e intenté hacerlo lo mejor posible, sobre todo aplicándome de lleno en las transparencias del agua sobre la arena. Como el anterior, hoy le veo algunas cosas que cambiaría, sin embargo, me siento satisfecha de lo creado después de tantos años y sin experiencia alguna del tema.

El Castillo Palacio de Peñíscola (Castellón, Comunidad Valenciana, España), también llamado Castillo del Papa Luna, está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar. Su perímetro es de unos 230 m y tiene una altura media de 20 m. Los Templarios construyeron esta obra románica sobre restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307.

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor que fue nombrado Papa por la obediencia de Aviñón con el nombre de Benedicto XIII de Aviñón, el llamado Papa Luna, convirtió el castillo en su sede pontificia en el largo litigio sobre su legitimidad. La tenaz lucha que mantuvo el Papa Luna contra sus enemigos sirvió para que surgiera la frase popular de "mantenerse en sus trece" en referencia a la negativa de Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa.

Historia

El Papa Luna, Benedicto XIII de Aviñón, una de las figuras hispánicas más universalmente conocida y a la vez controvertida, se trasladó en 1411 a Peñíscola convirtiendo su castillo en palacio y biblioteca pontificia. Destaca en todo el conjunto la sobriedad y solidez de su construcción, tanto en las estancias templarias como en las estratégicas e intrincadas dependencias pontificias que realizaría más tarde Benedicto XIII. Uno de los mayores intereses arquitectónicos del castillo se encuentra en la solución abovedada del Cuerpo de Guardia y en la austeridad y severa proporción de la Basílica de los Templarios.

Utilizada por Benedicto XIII y Clemente VIII como Basílica Pontificia, a las características constructivas del resto de estancias une el presbiterio formando ábside semicircular cubierto con una media cúpula de cascarón encumbrada sobre un arco toral y un pequeño ventanal situado en el centro del ábside que ilumina tensionalmente el espacio. En esta Basílica reposaron durante algún tiempo los restos del Pontífice:)

En este castillo se conservan todavía remembranzas evocadoras de la presencia del Papa Luna y de su sucesor Clemente VIII, el también aragonés Gil Sánchez Muñoz, segundo Papa de Peñíscola. La Basílica papal de Benedicto XIII, austera nave de planta rectangular con bóveda de cañón algo apuntada y casquete esférico sobre el ábside; el salón del trono donde recibía embajadas y recepciones; el salón del cónclave; el estudio con ventanas al mar; las habitaciones pontificias, etc. Todo ello, utilizado por los dos papas de Peñíscola, había servido con anterioridad a los Caballeros Templarios y a los Montesianos que tuvieron aquí la sede y sostén de su encomienda.

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