Por ejemplo, los tapones, dijo, suponen una gran pérdida de tiempo a la
hora de desplazarse, lo cual, entre otras cosas, tiene repercusión en la
productividad con afecciones directas a la salud física por la contaminación
acústica y del aire, e incluso producen alteraciones psicológicas que van desde
el aumento del estrés a la agresividad, suponiendo todo ello también un alto
coste económico.
Alonso, director del Instituto Universitario en Tráfico y Seguridad Vial
de la Universidad de Valencia, ofreció la conferencia “Movilidad y Seguridad
Vial en el Sector Turístico Dominicano: Situación y Oportunidades”. Fue
invitado a disertar en la “Cátedra Magistral de Turismo Frank R. Rainieri” de
la Universidad Central del Este, en Punta Cana. La conferencia la patrocinan la
UCE, el Grupo Puntacana y la Universidad de Valencia.
Previo a la conferencia, el experto invitado realizó durante varios días
una jornada de observación en la región y una ronda de encuentros con
autoridades y líderes del municipio de Higüey y el Distrito Municipal
Verón-Punta Cana.
Adicionalmente, y no como algo secundario, afirmó, la mejora de la
movilidad contribuye a reducir las emisiones, y por lo tanto a una mejor
calidad del medio ambiente, la reducción del calentamiento global, y
consecuentemente de la salud de las personas.
Analizó que los accidentes de tránsito se producen por interacción de
diversas causas, pero sobre todo por el factor humano; son provocados por
distintos factores de riesgo como son las distracciones, el alcohol, las
drogas, etc.; los sufren mayormente los “grupos de riesgo” y los “usuarios
vulnerables”, por los que hay que atenderlos especialmente.
Alonso afirmó que la seguridad vial, como el transporte y la movilidad
es una ciencia interdisciplinar, que tiene sus evidencias, que hay que conocer
y aplicar para poder tener éxito en su mejora.
La experiencia en España, relató, desde el año 1989 a la actualidad, nos
muestra que es posible reducir las cifras de muertos y heridos por accidentes
de tránsito, y mejorar la movilidad reduciendo los tiempos de desplazamiento,
con todas las ventajas que ello supone de salvar vidas y ahorro de dinero, para
el Estado y para sus ciudadanos.
La realidad dominicana
Alonso realizó un diagnóstico de la situación de la movilidad y la
seguridad vial en la República Dominicana, calificando a los niveles de
mortalidad como “inaceptables”, resultados que atribuye a la deficiencia de
concienciación y educación de los ciudadanos.
También, a la deficiencia en los datos para elaborar políticas
efectivas, impidiendo una correcta evaluación de las medidas y contramedidas
que se ponen en marcha.
Consideró que todavía queda mucho desarrollo legislativo por realizar, a
pesar de que se ha adelantado bastante con la aprobación de la Ley 63-17 de
Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, y muchos de sus
Reglamentos y Normativas Técnicas derivadas.
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