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30 de diciembre de 2015

Es complejo de inferioridad llamar “joms” al hospital de Santiago

RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com

Vivimos repitiendo que la  hache es muda, pero domina una tendencia entre muchos dominicanos a buscarle sonido. Y como no lo encuentran en español, esos hablantes recurren al inglés que, de acuerdo a la sicología de esos hablantes,  aporta prestancia, prestigio o preeminencia. Quizá desconocen que se trata de un complejo de inferioridad lingüística.

El Hospital Metropolitano de Santiago suele ser mencionado por sus siglas: HOMS, a las se agregó la vocal O a fin de evitar  la presencia de tres consonantes seguidas (hache eme ese) y lograr que se pronunciara como si fuese una palabra, o una sílaba (oms).  Pudo llevar la E de “Me” y  hubiese  quedado más cómodo: HOMES.

Ese HOMS ha servido para que algunos hablantes, sobre  todo con niveles altos de educación, saquen a relucir su complejo de inferioridad al pronunciarlo como si se tratara de una palabra del inglés: joms. ¿Hospital no se escribe con H? ¿Acaso pronunciamos jospital? Todos decimos “ospital”, aunque escribimos  hospital, pues quedamos en que la H es muda.

En una emisora radial escuché recientemente el  anuncio de una doctora que tiene su consultorio en el HOMS, aunque la publicidad mencionaba el “joms”. Un escritor, de los buenos que viven  en Santiago, me da su dirección y añade que se ubica detrás del “joms”. De modo que la fiebre por el sonido inglés  está bien alta.

Los lingüistas hablan de la H aspirada, es decir que se pronuncia con aspiración, como el sonido de jota, por ejemplo. La hache  adquiere  sonidos  en algunas palabras de acuerdo a la procedencia de las mismas. Es lógica la grafía con jota en jaibol, adaptación de la voz inglesa “highball” (bebida alcohólica) o en jonrón (home run).

 La Ortografía de la lengua española lo explica  de este modo: “La aspiración de la h se asimila a menudo al sonido correspondiente al fonema /j/ y, de hecho, hay palabras que  hoy se escriben solo con j que proceden de voces originariamente escritas con h. La j es, en la mayoría de estos casos, reflejo de la pronunciación etimológica que era característica del español medieval, y que hoy se conserva como rasgo  dialectal en el español de Andalucía, Extremadura, Canarias y algunas otras zonas de España y de América”. (Pág. 149).
 De lo expresado en el párrafo anterior puede ser ejemplo la sustitución de la h por j en un grupo de palabras registradas en el habla vulgar: jeder (heder), jambre (hambre), jembra (hembra), jallar (hallar), jinchado /(hinchado), jierro (hierro), jolgorio (holgorio),  jablador (hablador).
Para quienes pronuncian “joms”  en referencia  al centro de salud santiaguero,  la h  sigue siendo muda y nunca aspirada  con valor de j,  en palabras  tan comunes como: hábil, hernia, hiedra, hoy, hielo, hueso, hospital.
Los nombres de personas y de lugares, no procedentes del español, soportan –y se exige- la aspiración de la H inicial, con el sonido de jota: Hanói, Hawái, Helsinki, Hitler, Honolulú (Janói, Jitler...)
Posiblemente, entre en ese grupo la  ciudad  siria Homs, la tercera más importante  después de Damasco y Alepo. Es la capital de la gobernación de Homs, localizada al oeste del país. Recientemente ha sido víctima de  sangrientos ataques  por terroristas del Estado Islámico. Pero su  homónimo, -al menos en siglas-  el Hospital Metropolitano de Santiago, en buen español se pronuncia  OMS, como una sílaba. Quedamos en que la H es muda.


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